Jueves 22 de marzo de 2001

 

Siguen las negociaciones por las casas usurpadas

 

El ministro Lara se reunió ayer con los intrusos y acercó posiciones. "Hasta ahora todo son promesas habladas", plantean los ocupantes.

  NEUQUEN (AN) - Las negociaciones entre los usurpadores de las 55 del barrio Ruca Che y el Gobierno se vieron ayer signadas por el nerviosismo y cierta cuota de misterio. Entre el hermetismo de los funcionarios y el sugestivo silencio de los ocupantes, la jornada se cerró con un gran signo de interrogante sobre el desenlace del conflicto. Aún cuando se advirtió una clara predisposición para acercar posiciones, todo sigue siendo materia de discusión.
"Hasta acá sólo hemos hablado (con los funcionarios), pero no hay nada escrito. Queremos ver las casas que nos ofrecen construidas", dijo Julio Ortiz, uno de los voceros de las familias que ocupan las casas de Utedyc.
Para los padres de los jóvenes, quienes vienen desarrollando un papel importante para arribar a una solución, el panorama es mucho más alentador porque sólo resta que el Gobierno les firme en papeles el compromiso de las casas.
Por el lado del gobierno fue imposible obtener una versión del estado de las negociaciones. El ministro de Desarrollo Social, Jorge Lara, secundado por el diputado provincial Oscar Gutiérrez, recibió en la tarde de ayer a una delegación de padres y de usurpadores en instalaciones de Corfone, pero no admitieron la presencia del periodismo.
Todas las expectativas estaban puestas en ese encuentro. Cuando se encaminaron para reunirse con Lara, Walter Fernández, otro de los voceros del grupo, dijo que "vamos con la esperanza de arreglar todo... Pero veremos".
La reunión duró una hora y media , pero cuando los delegados regresaron e informaron el resultado al resto de los ocupantes, la conclusión fue que mantenían la toma.
"¿Usted de dónde es?", preguntó Lara al reportero gráfico de "Río Negro", antes del encuentro.
"No, en estas condiciones no está pactada la reunión. La prensa no puede estar", le dijo Lara a los usurpadores. "Sabés qué pasa, las negociaciones con los muchachos están muy duras, muy duras...", dijo el diputado Gutiérrez para justificar la actitud del ministro.
En tanto, la Policía informó que las familias siguen abandonando la casas. Claro que difieren sensiblemente las cifras que se dan. Mientras que en la noche del martes se informó que 25 grupos dejaron las casas, ayer otra fuente dijo que sólo fueron nueve. Por el lado de los usurpadores, se reconoció que hubo tres "bajas".
"El tema está prácticamente solucionado, lo único que falta es fundamentar los plazos. Pero esta mañana estuvimos con el juez (Juan José) Gago y se acordó que el 9 de abril tienen que estar las unidades habitaciones listas para ocupar", dijo José Bastidas, padre de un usurpador.
Añadió que Lara, en una reunión que mantuvieron en la noche del martes, se comprometió a construir las casas en un predio de las calles República de Italia y Necochea, vecino al Círculo Policial Neuquino.
"Lo que pasa es que hay muchos chicos que no pueden dejar las casas tomadas, porque no tienen dónde ir. Son alrededor de 25 familias que no tienen dónde guarecerse", comentó por su parte Jorge Spaljer, otro miembro de la comisión de padres.
En tanto, los usurpadores siguen evaluando la propuesta del gobierno. Sostienen, como desde el primer día, que en la medida que satisfagan sus requerimientos de que les aseguren una vivienda, abandonarían el barrio ocupado sin problema.

En el SMATA siguen viviendo en la calle

NEUQUEN (AN) - "¿Y de nosotros quién se ocupa? No tenemos agua, luz ni gas y sufrimos tanto o más que los usurpadores de al lado", dijo con inocultable malestar una mujer, que desde hace varios días, como el resto de los adjudicatarios del barrio Smata, contiguo al tomado, monta guardia para no perder su vivienda.
También son 55 familias, pero en su caso se trata de adjudicatarios legítimos, que obtuvieron la llave de sus casas en medio de las presiones a las autoridades del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) , después de que trascendiera que los directivos estaban al tanto de las ocupaciones ilegales y no hicieron nada por evitarlo.
"Nadie a ha dado la cara. Ni del IPVU, del Gobierno o el gremio. En realidad, nos dieron las llaves para sacarse un lazo de encima y "tirarnos" la responsabilidad de tener que custodiar nuestras propias casas. Estamos como el primer día, dormimos en el piso, sin ningún servicio y ahora tenemos la amenaza que el viernes, cuando se vaya la empresa, nos quedaremos sin algunos focos que nos iluminan", dijo otro vecino.
Se quejaron de que no sólo se ven obligados a estar expuestos a los rigores del clima, sino que deben afrontar todo tipo de gastos para permanecer en el lugar, sin poder ocupar formalmente sus casas.
"Nadie nos ha regalado nada, estamos acá porque nos sacrificamos pagando una cuota, además del alquiler habitual. Reclamos que de una vez por todas nos instalen los servicios", añadieron.

Foto: Los usurpadores del barrio Utedyc negociaron con el ministro Jorge Lara la solución del conflicto. Hubo acercamiento, pero falta la puntada final.

   
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