Lunes 19 de marzo de 2001

 

Condicionan la negociación con los usurpadores

 

El gobierno no dejó de sostener que entre los ocupantes de las viviendas hay delincuentes. Igual abrió la posibilidad de dialogar, pero sin la CTA y los partidos de izquierda de por medio.

  NEUQUEN (AN).- Al mismo tiempo que la Policía continúa con el plan de asfixia sobre los usurpadores de las 55 viviendas del barrio San Lorenzo, el ministro de Gobierno, Jorge Gorosito, abrió una posibilidad de diálogo con los ocupantes siempre y cuando no vayan acompañados por dirigentes gremiales o políticos.
Gorosito, que tiene a su cargo la Policía, reiteró que buena parte de los usurpadores "son delincuentes" y para ilustrar reveló que desde que comenzó la toma de viviendas los delitos contra la propiedad bajaron a cero en los barrios San Lorenzo y Gran Neuquén.
"Lo que ocurre es que los promotores de los delitos están ahí dentro", agregó Gorosito para ejemplificar.
Sin embargo, el ministro afirmó que el gobierno "está dispuesto" a abrir una vía de negociación, con la condición de que no haya terceros: ni dirigentes ni abogados de la CTA y tampoco el referente de Polo Social Jesús Escobar.
En diálogo con "Río Negro", el ministro dijo que esa dirigencia -que el sábado acompañó a seis usurpadores a una fallida reunión en la Casa de Gobierno- "está fogoneando" para que no haya una solución con la única intención de seguir "generando caos".
A diez días de iniciada la ocupación, la presión sobre las 55 familias sigue en aumento y no asoman posibilidades concretas de una solución, como tampoco ha habido una orden de desalojo judicial.
El sector está totalmente cercado y adentro hay gente que amenaza con prenderse fuego en caso de que la Policía intente sacarla de las viviendas ocupadas.
Desde ayer, a la custodia policial se sumó un doble vallado, el control de alimentos y se cerró cualquier posibilidad de salidas temporarias a los usurpadores. Desde el martes, el grupo es filmado por la Policía a través de las ventanas más altas del estadio Ruca Che.
El jefe del operativo de seguridad, el comisario inspector Víctor Herrera, afirmó ayer en conferencia de prensa que dentro del sector de las 55 viviendas "hay gente que se quiere ir pero que no lo hace porque está amenazada".
Herrera estimó que la baja de los delitos contra la propiedad que promociona en el gobierno no tiene nada que ver con los 100 policías que en forma permanente están asentados en la zona. El jefe policial comentó que la fuerza captó imágenes en las que son evidentes las disputas entre quienes se quieren ir y el grupo que no los deja.
El gobierno teme que el foco de tensión aumente, no tanto por este reclamo en sí mismo sino por la catarata de manifestaciones y el descontento que provocaron las medidas económicas del gobierno nacional.
Con los gremios en la calle, se evalúa la posibilidad de que alguna marcha coincida en el barrio San Lorenzo y se produzcan choques como los del jueves y viernes.
En el lugar, desde que comenzó el conflicto, hay más de un centenar de policías en forma permanente, entre ellos efectivos procedentes de Chos Malal y Junín de los Andes.
Los ocupantes de las casas, entre los que hay 120 menores de edad, denunciaron que la Policía sólo deja pasar la comida cuando están los medios de prensa, lo mismo que la ropa.
Reja por medio, y al cabo de un mar de gestiones, un grupo de mujeres reclamó que les permitan ingresar leña para calefaccionarse y que el gobierno abra alguna vía de negociación.
Por la tarde, los vecinos de San Lorenzo habilitaron una radio abierta sobre la calle Godoy y desde allí alentaron al grupo para que continúe con la lucha.

El gobierno promociona el "delito cero"

NEUQUEN (AN).- El ministro de Gobierno, Jorge Gorosito, y el jefe del Operativo de Seguridad, Víctor Herrera, anunciaron ayer que el jueves y el viernes no hubo denuncias de delitos en los barrios San Lorenzo y Gran Neuquén. Y asociaron esta situación con los antecedentes policiales y penales que, según el gobierno, pesan sobre por lo menos 30 de los usurpadores. Gorosito lo dijo directamente: "los promotores de los delitos están ahí adentro", denunció.
En una conferencia de prensa realizada ayer en la comisaría 16, organizada por la dirección de Información Pública de la provincia, Herrera admitió que en el operativo hay efectivos de Chos Malal y Junín de los Andes pero "por cuestiones operativas" no puede decir cuántos policías custodian las viviendas de la discordia.
El operativo se mantiene durante las 24 horas desde hace diez días. Durante la madrugada del sábado y la de ayer, hubo enfrentamientos entre policías y manifestantes que están fuera del predio de las viviendas usurpadas. Ayer, alrededor de las dos y media, un grupo de apenas diez personas -muchos de ellos menores- cortó la calle Godoy, frente a las 55 viviendas. Los neumáticos prendidos fuego duraron unos pocos minutos, hasta que llegó el camión hidrante que custodiado por los policías antimotines. Hubo algunas pedradas de parte de los vecinos (parientes de los usurpadores) y balazos de gomas como respuesta de la Policía.
Paralelamente, vehículos policiales recorrían todo el barrio San Lorenzo disolviendo cualquier posibilidad de que los grupos de jóvenes se reagruparan para volver contra la Policía.

Los ocupantes están encerrados detrás de una valla

NEUQUEN (AN).- Las familias que usurparon las 55 viviendas del IPVU están literalmente encerradas dentro de un predio de unas dos hectáreas que desde ayer -en algunos lugares- tiene un triple vallado. A esas barreras se suman varios cordones de uniformados con cascos y escudos que están apostados en puntos estratégicos.
Ayer a la tarde, los de adentro hablaban con los familiares que están afuera, que les acercaron ropa, leche y alimentos, los que previo a sortear el triple vallado eran revisado por un policía de paciencia infinita. El diálogo era a los gritos y los mensajes de lo más variado. "El pantalón te lo está lavando "la mamá", mañana te lo traigo ¿Comieron los fideos?", gritó encaramada a las vallas una chica de escasos 15 años a su hermana mayor que hacía lo posible por escuchar a unos 20 metros de distancia.
"Estamos en cana, es lo mismo; decile al "gordo" que me mande cigarrillos", le explicaba uno de los usurpadores a un hombre que parecía ser su papá.
Sólo después de hablar con el jefe de Policía, Juan Carlos Lezcano; con el director de Información Pública de la provincia, Pedro Salvatori (hijo) -que organizó una conferencia de prensa en la comisaría 16-; con el jefe del operativo de Seguridad, comisario Víctor Herrera, y con el encargado del sector, el subcomisario Héctor López; "Río Negro" y la cámara del canal Todo Noticias pudieron sortear las barreras. Pero el diálogo se hizo a través de una malla cima y con la custodia cercana del subcomisario López.
"Ellos quieren que se nos termine la paciencia, pero tenemos paciencia para rato. Nos vamos a quedar", fue la frase de Giselle, de 19 años, que reclamaba que la Policía le permita ingresar una bolsa de dormir para abrigar a la pequeña María Eugenia, de cinco meses.
La mujer, acompañada de varias madres, aseguró que no ha habido peleas entre los ocupantes. "Tenemos problemas, los chicos se resfrían y hubo días en los que nos faltó leche. Pero no nos peleamos; acá compartimos todos, somos todos una gran familia".

Foto: Los ocupantes denunciaron que la Policía sólo deja pasar alimentos a través del enrejado cuando están los medios de prensa.

   
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