Domingo 11 de marzo de 2001 | ||
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Cincuenta y cinco familias tomaron parte de un barrio en el oeste de Neuquén |
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Es un complejo habitacional que el IPVU y dos sindicatos están a punto de entregar. Uno de los sectores está adjudicado, y los beneficiarios fueron a defender sus casas. Hubo escenas de tensión pero no se registró violencia. Los intrusos amenazaron con incendiar las viviendas. Atribuyen la demora a especulaciones políticas y afirman que se trata de una acción coordinada. |
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NEUQUEN (AN).- Cincuenta y cinco familias de los barrios San Lorenzo, Gregorio Alvarez, Villa Ceferino y Don Bosco irrumpieron en un plan de viviendas del oeste de esta capital y quedaron enfrentados con otro grupo que llegó al sector contiguo del complejo habitacional para defender las casas que les habían sido adjudicadas. La situación persistía a medianoche, sin que la policía desalojara el lugar, con el mutismo del juez a cargo del caso -Juan José Gago- y en medio de la tensión entre ambos grupos -los usurpadores disponían de elementos para fabricar bombas de tipo molotov-, que pedían la presencia de autoridades provinciales. El ministro de Gobierno, Jorge Gorosito, dijo que no se negociará con los ocupantes porque "violentan las reglas de convivencia" . El vicepresidente segundo de la Legislatura, Ricardo Villar, se comprometió a gestionar la presencia de funcionarios para descomprimir la situación, y Gladys Rodríguez, de la Red patagónica por los derechos humanos, expresó su preocupación por la situación. En un operativo coordinado con varios días de anticipación, las 50 familias -constituidas fundamentalmente por jóvenes menores de 25 años- entraron a las dos de ayer al sector del plan de viviendas que corresponde a Utedyc ante la impasible mirada de los efectivos policiales destacados en el lugar. El Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo construye en San Lorenzo Sur y por un acuerdo con los gremios Utedyc y Smata un total de 150 viviendas en el predio comprendido entre las calles Moritán, Concordia, Casilda y República de Italia. Los ocupantes de las viviendas son todos jóvenes de entre 18 y 25 años, con sus respectivas parejas e hijos. El denominador común de la mayoría es que viven con sus padres y están desocupados, y muchos son beneficiarios de la ley 2128 u otros programas de desempleo. No pueden acceder a una vivienda del IPVU por ser menores y por no poder afrontar la cuota de un plan de estas características. Los adjudicatarios del barrio contiguo, que construye el IPVU con el Smata, atribuyeron responsabilidad a Di Nenno en la ocupación de las casas, y aludieron a versiones que desde mitad de semana anticipaban la toma. También criticaron la demora en entregar las viviendas -cuyo valor ronda los 28 mil pesos-, que ya están finalizadas y mencionaron la pasividad de la Policía. Del valor total de la vivienda, los adjudicatarios pagaron a la fecha el terreno donde están construidas. Una de las jóvenes se quejó contra el gobierno porque, dijo, "nos buscan para elecciones para pagarnos 20 pesos por una pegatina pero después se olvidan". Una vez que se conoció la toma de viviendas, llegó hasta allí el responsable de la comisaría 16, comisario Betancur. A la mañana temprano, en tanto, hizo lo propio el jefe de la policía Juan Carlos Lezcano quien les comunicó que debían abandonar las casas y según los jóvenes, los hizo responsable de lo que pudiera ocurrir en caso de que el juez ordenara el desalojo por la fuerza. Sin embargo las familias sostuvieron en todo momento su decisión de resistir el desalojo. La mayoría se proveyó de combustible con el que fabricaron bombas molotov. "Nos dan las casas o les prendemos fuego" amenazaban. Incluso dijeron que habían rociado algunas viviendas para defenderse de cualquier posible acción represiva de la policía. El clima de violencia se enrareció aún más cuando los futuros propietarios de las viviendas del gremio Smata comenzaron a llegar para proteger sus casas. Cada uno sabía cuál era la casa que le correspondía pero como sólo tienen una adjudicación precaria no podían ingresar o de lo contrario también serían usurpadores. Se armaron de palos y hierros -uno hasta llevó un bate de béisbol- y así permanecieron en las puertas de las casas para evitar que sean usurpadas. Si bien no pudo ser confirmado, desde el juzgado penal número dos, a cargo de la denuncia presentada por la empresa Roque Mocciola por usurpación, la primera disposición que partió fue la de evitar que se produjeran más ocupaciones. Hoy la empresa dispondrá de un refuerzo de cinco empleados de vigilancia para acompañar la acción de la Policía provincial. Los adjudicatarios se quejaron porque consideraron que tanto el plan de Utedyc como el de Smata ya tendrían que estar entregados y que no se efectuó la entrega por una especulación política. Atribuyeron, en todos los casos, la demora a la inminente campaña electoral. La presencia policial en tanto se hizo sentir en todo momento con patrulleros, camionetas y motocicletas y hasta personal de civil en autos sin identificación policial rondaron constantemente el sector. Un autobomba y una camioneta de los bomberos se estacionaron cerca del mediodía sobre la calle República de Italia a modo de prevención. Los miembros de la Policía uniformados que estaban por la mañana se retiraron del lugar y por la tarde quedó la vigilancia de personas de civil, que rondaban el complejo habitacional. El gobierno "no convalida la usurpación", dijo Gorosito Dos bandos bien diferenciados Foto 1: La ocupación de las casas en el sector Utedyc del complejo habitacional se inició en la madrugada de ayer, con el ingreso de unas 50 familias. |
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