Jueves 8 de marzo de 2001

 

A Roca le falta integración social para crecer

 

Desarticulación entre los principales potenciales, fallas en el sistema educativo y las barreras físico-sociales entre el centro y los barrios deberán ser los principales puntos a resolver a futuro.

  ROCA (AR).- A menos de cuatro meses de que Desur defina qué proyectos deben ejecutarse para mejorar la calidad de vida de los roquenses, ya se sabe que la inexistente articulación entre los principales potenciales de la ciudad, el deficiente sistema de educación pública y la falta de comunicación entre el área céntrica y la periferia serán ejes principales de la tarea futura.
Estas conclusiones están detalladas en el diagnóstico del plan estratégico, que será presentado hoy en sociedad luego de que se evaluaran los resultados de 108 entrevistas a actores clave y siete talleres participativos.
Es obvio que en Roca hay muchas problemáticas a resolver y potenciales a explotar. El plan estratégico no estará acotado a los puntos nombrados, pero los integrantes del equipo técnico detectaron aspectos fundamentales, sobre los que se debe hacer hincapié cuando comiencen a desarrollarse los proyectos.
El diagnóstico que será presentado a las 21 en Casa de la Cultura por el intendente Ricardo Sarandría y el director del Instituto Federal de Asuntos Municipales, Guillermo Marianachi, se basa en el análisis de los aspectos social, ambiental, urbano y económico de Roca.
En los sucesivos contactos con los vecinos, Desur halló un marcado interés por las fallas en la educación, algo que se acentuó en los barrios rurales, donde hay altos índices de deserción.
Otro de los temas abordados con insistencia fue el de las barreras urbanísticas y sociales entre el centro y la periferia. Aquí se nombró al canal grande como una de las trabas más importantes para la comunicación entre los vecinos.
La falta de comunicación e interacción entre las instituciones más importantes y los vecinos que las conforman también se ubicó como una de las principales dificultades para el desarrollo roquense. Según señaló el arquitecto de Desur, José Luis Guerra, "en la ciudad hay valores muy importantes dentro de la cultura, deporte y comercio, que se destacan en su ámbito, pero no aprovechan las oportunidades que ofrecería articular sus actividades para mejorar resultados".
Un claro ejemplo de la inexistencia de un plan articulado de trabajo es el aeropuerto "Arturo Illia", que en los últimos meses tuvo una actividad casi nula. El pensamiento de los profesionales de Desur es que si el municipio, aeroclub, empresas de viaje, hoteles e instituciones intermedias hubieran elaborado un proyecto de recuperación conjunto tiempo atrás, no se habría llegado a la crisis que derivó en la suspensión de vuelos a Buenos Aires.
El diagnóstico establece que la fruticultura también fue presa de la falta de esfuerzos mancomunados. Además habla de la necesidad de contar con un parque industrial fortificado y una importante inversión en espacios verdes.
A partir de la presentación en sociedad de esta noche, los profesionales de Desur trabajarán hasta fines de abril en la diagramación de los proyectos preliminares, que luego serán debatidos con la Junta Promotora y el resto de la comunidad. Una vez concluida esta tarea, se definirán los proyectos primordiales (no serían más de seis) y los secundarios, algo previsto para junio. Con la lista de trabajos -el plan estratégico en sí- el Ejecutivo deberá buscar el financiamiento adecuado y comenzar a ejecutarlos para lograr las transformaciones que necesita la comunidad lo antes posible.

La importancia de participar

La participación de los vecinos y de las instituciones locales se concretó en los talleres de consenso, que tuvieron como principales objetivos promover un mayor grado de pertenencia al proceso de transformación estratégica de Roca y fijar visiones de futuro compartidas.
El taller de cultura y deporte priorizó la necesidad de contar con una red organizada que involucre ambas áreas para definir proyectos y revalorizar las actividades como bien social en toda la comunidad.
Los asistentes a las reuniones realizadas en el marco del taller de comercio y servicios fijaron como meta las mejoras en la calidad de vida mediante un modelo de gestión que articule la sociedad civil, el mercado y el estado. Para ello, se requiere eliminar las disposiciones que impidan la expansión del comercio local y desgravar a quienes adquieran productos de la ciudad.
Mientras tanto, el taller de urbanismo y calidad ambiental denominado "Actualidad y futuro de la ocupación del espacio urbano y rural" determinó que las acciones inmediatas deben tender a reactivar el aeropuerto, potenciar los espacios naturales para recreación y turismo, profundizar la producción agroalimentaria, desalentar el otorgamiento de tierras en zonas productivas, promover la radicación de industrias, entre otras.
Además, los habitantes de la zona norte, Gómez, Stefenelli y el sector rural reclamaron mejoras en los servicios básicos, acceso directo y permanente a la educación, mejor atención primaria de la salud, políticas destinadas a paliar la desocupación, entre los más importantes.
Los vecinos consideran fundamental la participación de los habitantes y el Estado municipal en las cuestiones barriales, la necesidad de promover emprendimientos microeconómicos y mantenerlos en actividad, además de consolidar el intercambio a través del trueque. (AR)

Es necesario incorporar al sector frutícola

La producción frutícola ocupó un espacio destacado en los talleres realizados en el marco del plan estratégico. La dificultad de los productores para reconvertirse, la pérdida de la calidad de la fruta, los problemas sanitarios y la indiferencia del sector político en los problemas de comercialización y producción son sólo algunas de las falencias detectadas en el taller denominado "La inserción de pequeños y medianos productores en el circuito económico local".
Pero no todo fueron debilidades. Las fortalezas también fueron analizadas y, en este sentido, la más importante se relaciona con la ubicación central que ocupa Roca en la Patagonia Norte, lo que la convierte en un escenario con ventajas comparativas sustanciales en lo que a vías de comunicación terrestres se refiere.
Además, el sesgo exportador de la economía regional se visualiza como un aspecto importante, ya que permite un constante intercambio técnico, empresario y el afianzamiento de un canal comercial que puede ser el punto de partida para la ubicación de nuevos productos.
El hecho de contar con una dirigencia segmentada con baja participación de los agremiados se constituye en un verdadero obstáculo para la producción en el momento de definir políticas para enfrentar los problemas que la aquejan. Al respecto, el sector está representado por tres entidades bien diferenciadas: las cámaras de productores locales, la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) y la Cámara Industrial Exportadora (CINEX).
En la mayoría de los casos, los dirigentes de las siete cámaras que conforman la Federación de productores no tienen a la actividad como única o principal fuente de ingresos familiares, a lo que hay que sumar que no se trata de una dirigencia joven. Además, existe una dicotomía entre productor independiente e integrado, ya que el primero está representado sólo por estas entidades mientras que los que tienen algún grado de integración en su actividad encuentran mayor eco en la CAFI.
Es así que no existen antecedentes importantes de concertación de una política entre las distintas agrupaciones, ni en el orden interno ni en la exportación. A esto hay que agregar la gran cantidad de explotaciones abandonadas o subutilizadas, la incertidumbre sobre variedades a implantar, dificultades en la cobranza y en el acceso a un canal de comercialización constante. (AR)

   
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