Domingo 25 de marzo de 2001

 

Marcos: "Queremos mesa de negociación, no la foto"

 

El líder zapatista explicó al escritor Gabriel García Márquez en en una entrevista su propuesta de negociación con el gobierno mexicano y desglosó diferencias con la izquierda tradicional.

  México (EFE/DPA/AR).- "Marcos", el líder zapatista, quiere una "mesa de negociación" con el gobierno, pero no cederá al deseo del presidente mexicano, Vicente Fox, de conseguir "la foto" con la guerrilla en los medios de comunicación.
De esta manera, "subcomandante" guerrillero sentó su postura a poco de anunciar que este miércoles los zaptistas defenderán sus posturas ante la Cámara de Diputados mexicana.
En una entrevista con el Nobel colombiano Gabriel García Márquez publicada ayer por el diario "Reforma", el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) insistió en que el "reto" es convencer al gobierno de que hay que abrir "una mesa de negociación, que debe sentarse y que va a ganar. Y que si no lo hace, va a perder".
A su juicio, el proceso de diálogo se ha convertido en una "carrera de popularidad" en la que el presidente Fox persigue "conseguir la foto para garantizar su presencia en los medios de comunicación".
El diálogo, dijo, significa "acordar las reglas para que la disputa que se da entre ellos (el gobierno) y nosotros sea en otro terreno. Lo que está en la mesa de diálogo no es el modelo económico".
Este proceso, agregó, "no se construye con fotos, sino dando señales, sentándose y dedicándose a eso". "Estamos dispuestos a hablar con Fox, si se va a responsabilizar del diálogo hasta que termine", pero "entonces quién va a gobernar el país durante el tiempo en que esté reunido con nosotros, que será un proceso arduo", se preguntó "Marcos", para quien la solución está en negociar con un comisionado.
Señaló que "un proceso de diálogo y negociación no tiene éxito si las partes no renuncian a vencer" porque de lo contrario "el terreno de la confrontación militar se está trasladando a la mesa". "Hay que construir una salida que signifique la victoria para los dos, y en el peor de los casos, que signifique una derrota para los dos", añadió.
El "Sub" comentó que el diálogo "no es fácil, era más fácil la guerra. Pero con la guerra lo que es irremediable es mucho mayor. En la política siempre se puede remediar", indicó.
En la extensa entrevista, "Marcos" subrayó el carácter militar del EZLN aunque reconoció que, si se perpetúa como una estructura armada, "va al fracaso" y advirtió de que "lo peor que podría pasar sería que llegara al poder y se instalara como un ejército revolucionario".
A través de los años, la "e" de ejército se ha empequeñecido y se ha dejado ganar por la "z" de zapatista, dijo "Marcos", para quien la palabra es ahora la principal arma del EZLN.
Al hablar de las diferencias que mantiene con la izquierda tradicional, Marcos señaló que "hay dos vacíos de la izquierda latinoamericana revolucionaria. Uno de ellos es el de los pueblos indios, de los que somos partícipes, y otros son los grupos supuestamente minoritarios". Agregó que "esos sectores no sólo son obviados por los discursos de la izquierda latinoamericana, sino que también se ha propuesto el marco teórico de lo que entonces era el marxismo-leninismo: prescindir de ellos y verlos como parte del proceso que debe ser eliminado. El homosexual, por ejemplo, es sospechoso de traidor, es un elemento nocivo para el movimiento y para el Estado socialista. Y el indígena es un elemento de retraso que impide que las fuerzas productivas... bla, bla, bla".
Agregó que a diferencia de otros movimientos que pretenden hablar por todo el pueblo, del EZLN representa a los indígenas del sureste mexicano "A la hora en que el Ezln está renunciando a ser vanguardia, está reconociendo su horizonte real. Creer que podemos hacer esto, que podemos hablar por éstos más allá de nosotros, es masturbación política. Y en algunos casos ni siquiera se siente el placer del onanismo. Apenas el que se puede obtener en los panfletos que finalmente uno es el mismo que los consume", dijo.

Las lecturas del "sub" y el arsenal de palabras

Durante la entrevista que mantuvo con Gabriel García Márquez (que hoy reproduce el diario porteño "Clarín"), Marcos hizo un repaso por sus lecturas, y bromeó al decir que éstas le permitían actualizar su "arsenal" de palabras.
-¿En medio de todos esos rollos, tiene tiempo para leer?
Sí porque si no... ¿qué hacemos? En los ejércitos de antes, el militar aprovechaba el tiempo para limpiar su arma y rehacerse de parque. En este caso, como nuestras armas son las palabras, tenemos que estar pendientes de nuestro arsenal a cada momento.
-Todo lo que dice, la forma en que lo dice y el contenido, demuestran una formación literaria muy seria y muy antigua. ¿Cómo se hizo y de dónde salió?
Tiene que ver con lo que fue nuestra niñez. En nuestra familia la palabra tenía un valor muy especial. La forma de asomarse al mundo era a través del lenguaje. No aprendimos a leer en la escuela sino leyendo los periódicos. Mi padre y mi madre nos metían rápidamente a leer libros que te permitían asomarte a otras cosas. De una u otra forma adquirimos la conciencia del lenguaje como una forma no de comunicarnos sino de construir algo. Como si fuera un placer más que un deber. Cuando viene la etapa de las catacumbas, frente a los intelectuales burgueses, la palabra no es lo más valorado. Queda en un segundo plano. Es cuando llegamos a las comunidades indígenas, cuando el lenguaje llega como una catapulta. Te das cuenta de que te faltan palabras para expresar muchas cosas y eso obliga a un trabajo sobre el lenguaje. Volver una y otra vez sobre las palabras para armarlas y desarmarlas.
-¿No es al contrario? ¿No será que ese manejo de la palabra permite esa nueva etapa?
-Pasa como en una licuadora. No sabes qué aventaste primero, y lo que se tiene es el cóctel.
-¿Podemos hablar de esa familia?
Era una familia de clase media. El padre, el jefe de familia, era maestro de escuela rural en la época del cardenismo cuando, como decía él, a los maestros les cortaban las orejas por comunistas. Mi madre, también maestra rural, finalmente cambia de lugar y se hace a una familia de clase media. Quiero decir que era una familia sin ninguna dificultad. Todo esto en provincia, donde el horizonte cultural es la página de sociales de un periódico. El mundo de afuera o el gran mundo era la Ciudad de México y sus librerías, porque eso era el gran atractivo de llegar acá. Eventualmente había ferias del libro en provincia, y ahí era donde podíamos conseguir algo. García Márquez, Fuentes, Monsiváis, Vargas Llosa (independientemente de cómo piense) para mencionar algunos a grandes rasgos, entran a través de mis padres. Nos ponen a leerlos. Cien años de soledad era para explicar lo que era la provincia en ese entonces. La muerte de Artemio Cruz, lo que había pasado con la revolución. Días de guardar, lo que estaba pasando en la clase media. De alguna forma era nuestro retrato pero desnudo, La ciudad y los perros. Todas esas cosas estaban ahí. Estábamos saliendo al mundo de la misma forma en que estábamos saliendo a la literatura. Yo creo que eso nos marcó. No nos asomábamos al mundo a través de un cable noticioso sino a través de una novela, un ensayo o un poema. Eso nos hizo muy otros. Ese fue el cristal que mis padres pusieron, como otro puede poner el cristal de los medios de comunicación, o un cristal negro para que no se vea qué está pasando.
-¿En dónde está El Quijote en medio de todas esas lecturas?
Me regalaron un libro cuando cumplí 12 años, hermoso, de pasta dura. Era Don Quijote de la Mancha. Yo lo había leído pero en esas ediciones juveniles. Era un libro caro, un regalo muy especial que por ahí debe estar esperando. Shakespeare es el que llega después. Pero si pudiera dar el orden, diría que en literatura entra primero lo que se llamó como el boom latinoamericano, luego Cervantes, luego García Lorca , y ahí viene una etapa de poesía. De manera que usted (señala a García Márquez) es corresponsable de todo esto.
- ¿Qué está leyendo ahora?
El Quijote es el que está de cabecera y por lo regular cargo el Romancero Gitano de García Lorca. El Quijote es el mejor libro de teoría política, seguido de Hamlet y Macbeth. No hay mejor forma para entender el sistema político mexicano en su parte trágica y en su parte cómica: Hamlet, Macbeth y El Quijote. Mejor que cualquier columna de análisis político.

El atuendo y los relojes

El líder guerrillero justificó cada elemento de su particular atuendo, muy distinto al del resto de los comandantes zapatistas: la linterna "porque nos tienen en un hueco donde no hay luz", el walkie-talkie para comunicarse con sus compañeros si hay problemas y los dos relojes porque con uno llegó a la Selva Lacandona y con el otro controla el tiempo desde que comenzó el alto el fuego.
"Cuando las dos horas coincidan, significa que se acabó el zapatismo como ejército y que sigue otra etapa, otro reloj y otro tiempo", dijo.
Antes, el estratega militar del EZLN, que se alzó en armas en 1994 en Chiapas, había señalado que el gobierno de Fox y los zapatistas se manejan con distintos tiempos.
Indicó que Fox usa un reloj de los que se utilizan para controlar la hora de ingreso de los empleados, mientras que el EZLN se maneja con un reloj de arena.
"Tenemos que entender, él y nosotros, que tenemos que construir otro reloj de común acuerdo y que ese es el reloj que va a marchar el ritmo del proceso de diálogo y finalmente el de la paz". (DPA)

   
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