De la Rúa convocó al consenso y llamó a profundizar la reforma política

El presidente Fernando de la Rúa dejó inaugurado el año parlamentario con deseos y promesas. El jefe de Estado pronunció un discurso forzadamente optimista y que careció de anuncios estridentes. Allí se mostró dispuesto a profundizar la reforma política, incluso llamando a un referéndum, a buscar consensos y a batallar contra la corrupción.

En un año signado por la crisis económica y la competencia electoral, el presidente Fernando de la Rúa convocó ayer, en su discurso de apertura de las sesiones parlamentarias, a lograr "consensos básicos para construir un país mejor" y prometió "no desaprovechar" las oportunidades surgidas del blindaje financiero.
El presidente, ante una Cámara que inauguró algunos cambios, también hizo ayer dos anuncios en la búsqueda de un impacto positivo frente al desprestigio y descreimiento en que han caído los dirigentes y los partidos políticos: propuso una consulta popular para achicar el gasto de la política (ver aparte) y elevar al rango de ministerio la Oficina Anticorrupción, bajo la conducción de un "extrapartidario".
En un discurso ante la Asamblea Legislativa, de 86 minutos de duración y 29 carillas de extensión, el jefe del Estado hizo una síntesis de su gestión y abarcó todos los temas de la administración, pero puso énfasis y dedicó mayor tiempo a evaluar la situación económica y financiera, admitiendo los problemas pero desde un enfoque optimista.
El Presidente se hizo eco de la opinión de los consultores de inversionistas, en el sentido de que los "ruidos políticos" afectan la marcha de la economía y, al respecto, pidió a la dirigencia actuar con responsabilidad y madurez y construir consensos.

Sin autocríticas

El discurso trascurrió sin sobresaltos ni anuncios estridentes y además no contuvo ninguna autocrítica y el estancamiento del país fue atribuido a factores externos, como las altas tasas de interés o la caída de los precios internacionales de productos que la Argentina exporta.
"Necesitamos alcanzar consensos básicos para construir un país mejor", dijo en su alocución para después afirmar que conversará con todos dirigentes de todos los sectores para "que tomemos las definiciones que la Argentina necesita".
Tras manifestar que tuvo que hacer reformas "que ningún Presidente hizo antes", De la Rúa reivindicó las reformas laboral, previsional, de obras sociales y confirmó que impulsará las reformas del Estado, tributaria y del sistema político porque "no es admisible una clase política con privilegios cuando el pueblo pasa privaciones".
Con un marcado matiz electoralistas que salta a la vista en la propuesta, propuso convocar a un referéndum junto a las elecciones de octubre para que cada partido presente su proyecto y "sea la gente la que decida en cuánto tenemos que achicar la política".

Capítulo para la corrupción

Sin duda un apartado especial de su discurso estuvo dedicado al tema que más simbronazos políticos ha causado al gobierno: la lucha contra la corrupción, tema que llevó al divorcio del vicepresidente Alvarez con el gobierno.
Al anticipar su propósito de crear un Ministerio Anticorrupción a cargo de un "extrapartidario", de la Rúa reiteró su compromiso de "profundizar la lucha contra la corrupción", exclamando que "la impunidad se terminó" y exigiendo a sus funcionarios que den el "ejemplo de austeridad republicana". La Unidad de Investigaciones Financieras, creada para investigar casos de lavado proveniente de ilícitos, quedará bajo su órbita .
El primer año de gestión sin duda fue negativo para el gobierno, y en especial para un presidente que cada vez parece más solo y que ayer, con un forzado optimismo, intentó disimular.
"Yo no creo en una república de iluminados; sólo creo en una república democrática que sea de todos los argentinos", afirmó antes de comentar que si bien los poderes del Estado son autónomos "deben cooperar entre sí. Es tiempo de cooperación política y solidaridad social", reiteró.

Crecimiento

El presidente De la Rúa convocó a un "consenso nacional" que respalde la política económica, sostuvo que el sistema financiero "es muy sólido", la convertibilidad "está fuerte" y vaticinó un crecimiento superior al presupuestado.
Respecto del blindaje financiero, dijo que "significa una oportunidad para salir del largo estancamiento" y que "no vamos a desaprovecharla".
"Y, por eso, cumpliremos todos los compromisos asumidos", señaló en una clara referencia al pago de la deuda externa, sus intereses y demás condiciones impuestas por los bancos y los organismos multinacionales de crédito.
De la Rúa abrió las puertas al diálogo considerando un ingrediente fundamental en pos de"un consenso nacional para el crecimiento, la solidaridad y la justicia, para proteger lo conseguido y construido y no destruir la oportunidad que tenemos".

Ibarra y Ruckauf

Ayer quedaron inauguradas las sesiones parlamentarias en todo el país. En el municipio porteño Aníbal Ibarra, quien no estuvo acompañado por la vicejefa pues ésta decidió seguir al presidente, no tuvo más remedio que destacar en su alocución inaugural los proyectos que se ejecutaran para remediar la pesadilla de las inundaciones, luego que la capital amaneciera bajo el agua.
En otra capital, el endurecimiento de las leyes y la lucha contra el delito; la generación de empleos y la decisión política de continuar, aunque con tono crítico, la gestión del gobierno nacional, fueron los principales ejes del discurso que pronunció ayer el gobernador Carlos Ruckauf al inaugurar el período de sesiones en la provincia.

Referéndum para ajustar a los políticos

Uno de los ejes del discurso se centró en la Reforma Política, que apunta al saneamiento de las prácticas políticas. Sin duda, uno de los temas que más hizo eco en el enorme recinto que aloja a los legisladores nacionales.
Fernando De la Rúa advirtió que el país necesita una reforma política "mucho más profunda" que la consensuada entre el oficialismo y la oposición en el Congreso, y propuso realizar un "referéndum nacional" junto a las elecciones legislativas de octubre para que cada partido le presente a la gente una idea en ese sentido. El jefe de Estado aclaró que su propuesta está supeditada a que no se alcance en el Parlamento un consenso mayor para achicar el sistema político.
El presidente justificó su proyecto en que "no es admisible una clase política con privilegios cuando el pueblo pasa privaciones".
Hasta ahora, el gobierno venía haciendo exhortaciones y presión sobre las provincias para que achicaran el gasto político, especialmente en las legislaturas provinciales, donde hay diputados y senadores que cobran dietas desproporcionadas y generan gastos excesivos.
Pero los llamados del Ejecutivo a achicar el gasto político chocaron hasta ahora con la férrea oposición del justicialismo que, en contrapartida, pidió a la Nación que primero reduzca sus propias erogaciones. El presidente admitió que no hay consenso y, por eso, pidió un llamado a consulta popular en el que cada partido presente sus propuestas de achicamiento del sistema político y el pueblo decida con su voto.
Según el presidente, la política debe "transparentarse y ajustarse" y los pilares de la reforma deben modificar el sistema de financiamiento e los partidos, acortar las campañas electorales, obligar las elecciones internas abiertas para candidatos presidenciales, "limpiar" los padrones electorales, crear cuerpos de fiscales que investiguen presuntas irregularidades, reducir gastos y dietas legislativas.
La Alianza, el cavallismo y los provinciales respaldaron la propuesta del jefe de Estado Fernando de la Rúa, de convocar a un referéndum, en caso que persista la demora en tratar una reforma política, pero esta propuesta fue rechazada, obviamente, por el justicialismo. (Infosic)

Entre aplausos y goteras

Con más de una veintena de aplausos a lo largo de toda la asamblea legislativa, el interbloque de la Alianza logró, apenas por algunos instantes, quebrar la formalidad que predominó en el extenso discurso que pronunció el presidente, Fernando de la Rúa.
El justicialismo, que debatió durante varios días si le hacía un desplante al presidente y no concurría al recinto, sólo aplaudió el ingreso del jefe del Estado y después salvo casos aislados ocupó sus bancas atentamente el mensaje presidencial.
Tampoco manifestaron aprobación con sus palmas diputados del sector crítico aliancista, entre ellos Castro, a González, Villalba y Torres Molina, así como el socialista Bravo. Los bloques provinciales y el cavallismo sólo acompañó a veces los aplausos que en un varias oportunidades forzaron desde la bancada de la Alianza el diputado Orozco y el senador Molinari Romero (UCR- Córdoba).
El momento más colorido fue cuando al finalizar el mensaje salvo el justicialismo todos los bloques aplaudieron de pie al Presidente durante varios segundos, mientras él retribuía con palmas a los legisladores.
Antes de retirarse el jefe del Estado del recinto, una lluvia de papeles cayó desde los palcos, eran sobres que mostraban un logo, que alguien descifró como Sushi con Champán, con la leyenda "los senadores son honestos".
Con la apertura del nuevo período la Cámara baja inauguró el remozado recinto con nuevo equipo de audio y tablero digital. Pero el millón y medio de dólares que se utilizó para los arreglos no fue suficiente, pues la lluvia logró colarse por los techos y las goteras obligaron a colocar varios baldes en sectores estratégicos. (DyN)

Dispares lecturas de legisladores regionales

El mensaje del presidente De la Rúa en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso Nacional recibió el apoyo unánime de la bancada radical y de funcionarios de gobierno, aunque fue dispar entre los frepasistas y criticado por todos los peronistas.
A continuación, la opinión de algunos legisladores nacionales de Río Negro y Neuquén.
- Jorge Pascual (UCR, Río Negro): "Rescato especialmente la última parte del discurso dedicada a la búsqueda de consenso con las otras fuerzas políticas, y lo referente a la cuestión laboral en cuanto a las medidas que se están implementando para crear empleo".
- Ovidio Zuñiga (P.J, Río Negro): "El pastor puede equivocarse, lo grave es cuando se enteran las ovejas. El país sigue esperando del presidente más fuerza, más convicción sobre las líneas que está marcando. Falta audacia frente a una economía tan perimida y el discurso estuvo alejado de la realidad.
- Marta Milesi ( UCR, Río Negro): "Me resultó muy importante al plantear tres aspectos esenciales hacia el futuro: La impronta social con los programas sobre la mujer, el hincapié que hizo en materia educativa y sobre las reformas en el sistema de salud. Lo otro destacable es la reforma política, el presidente convocó a un plebiscito para hacer el gran cambio".
- Miguel Pichetto (PJ, Río Negro): "Fue un relevamiento inconsistente de una gestión de gobierno que tuvo pocos logros. Faltó el mensaje hacia el futuro, con temas como la generación de empleo. Hubo dos aspectos electoralistas: El llamado a plebiscito sobre la reforma política -cuando todos los sectores políticos están de acuerdo en hacerla-, y el anuncio de llevar la Oficina Anticorrupción a ministerio.
- Teresa Savrón ( MPN, Neuquén): "Estoy de acuerdo con la convocatoria del presidente a un plebiscito para terminar con las listas sábanas y reducir el gasto político, así como por el énfasis que puso en el tema educativo (por ejemplo en aumento de becas). Es positiva la creación de una agencia social, aunque pasaron 14 meses de gobierno y se hizo poco.
- Norma Miralles de Romero (P.J, Neuquén): "Viví 90 minutos de éxtasis, parecía Fernando en el país de las maravillas" (ironizó)... No me dejó nada positivo, pareció un discurso de campaña electoral lleno de expresiones de deseos."
-Roberto De Bariazarra: "Se trató de un discurso con mucho contenido. El presidente reafirmó su decisión de hacer una reforma tributaria profunda, se acotaron los tiempos de la reforma política con la consulta popular, un paso decisivo."
(ABA)