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Sábado 31 de marzo de 2001 | |
 MAS INFORMACION |
Cutral Co conmovida por el asesinato de un chico de 9 años |
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Hasta anoche, los investigadores no podían determinar quién le disparó en el pecho. |
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| CUTRAL CO (Enviado especial AN y ACC).- Esta ciudad está tan conmovida por el asesinato de un chico de 9 años ocurrido ayer como lo estuvo cuando mataron a Teresa Rodríguez en abril de 1997. Hasta anoche los investigadores no podían decir quién le disparó en el pecho a este niño ni tampoco por qué. Y en medio de mucha confusión, una de las pocas certezas llegó de boca del fiscal que investiga el caso, Santiago Terán, cuando dijo: "Quien ha matado a ese niño, lo conocía". Precisamente, la policía no descarta ninguna hipótesis, ni siquiera la de una tragedia ocurrida dentro del núcleo familiar. Sergio Javier, la víctima, se encontraba dentro de su casa, ubicada en pleno centro y rodeada de dependencias policiales. El cuerpo fue hallado sobre el piso de un pasillo con un disparo en el tórax. Para liquidarlo utilizaron un arma calibre 38 que pertenecería a la familia. De lo poco que informaron anoche los investigadores en rueda de prensa algo quedó en claro: hay sospecha sobre el círculo íntimo de la víctima, a partir del reconocimiento que hizo el fiscal Terán. Además se practicó una prueba de parafina sobre un integrante de la familia. Esta pericia, cuyo resultado se conocerá dentro de una semana, permite detectar pólvora en las manos. La muerte del menor es confusa porque los voceros que trabajaron durante todo el día fueron escasos a la hora de dar explicaciones. Y los informes que dieron a conocer los interlocutores de la Policía y de la Justicia no conformaron a nadie. De lo contrario, aquí se hubiera suspendido una multitudinaria movilización de vecinos que se realizó anoche en el centro de esta ciudad para reclamar justicia. El niño vivía con su madre que trabaja en un comercio; su padre, un docente de una escuela técnica, y su hermana, una estudiante de 16 años. "No descartamos ninguna hipótesis", dijo a "Río Negro" el jefe de la Policía, Juan Carlos Lezcano. La amplitud de sus palabras incluye desde un crimen por intento de asalto hasta un drama familiar, aunque a la primera hipótesis le falta el ingrediente de la presencia de síntomas de violencia en alguna de las aberturas de la vivienda donde vivía el chico, ubicada en Sáenz Peña entre Carlos H. Rodríguez y San Martín, y tampoco explica la actitud del perro de la familia que no atacó al agresor. La segunda hipótesis tiene algunas pistas interesantes, que se pueden reconstruir a partir de reconocimientos explícitos que hicieron los investigadores. Admiten una prueba de parafina a un integrante de la familia y -al mismo tiempo- evitan explicar cómo la hermana de la víctima, una chica de 16 años, que supuestamente se encontraba en el colegio en el momento del crimen, fue la que llevó la denuncia a la dirección de Criminalística. Lo hizo a las 10 de la mañana. Los policías aludieron a otros datos llamativos que surgieron de la autopsia: aseguraron que se plantaron pruebas porque el cuerpo tenía una bolsa de nylon sobre su cabeza y dos toallas sobre el cuello. Los peritos afirman que el chico no sufrió asfixia. El fiscal dijo: "regaron el lugar de pruebas falsas". El asesinato se conoció aquí después de las 10. Las radios locales hablaban del crimen de un menor de edad producto de un frustrado asalto a una vivienda. Los vecinos estallaron en indignación y comenzaron a reunirse frente a la casa de la víctima y frente a la comisaría 14. Clamaron por la renuncia de la jueza Beatriz Martínez, criticaron a la Policía y se enojaron mucho con la diputada de la Alianza Rita Santarelli, quien se hizo presente en el lugar. Al mediodía los comercios cerraron sus puertas en señal de duelo, hubo asueto en la municipalidad y en las escuelas no se dictaron clases en el turno tarde. Lo curioso del caso es que la vivienda de la familia tiene una importante custodia policial: enfrente está la dirección de Criminalística, a la vuelta la Comisaría 14 y a muy pocos metros la dirección de Seguridad Interior. "Es un golpe muy duro", dijo Benítez CUTRAL CO (ACC).- "Es uno de los golpes más duros que nos tocó vivir", dijo ayer visiblemente conmovido el intendente Eduardo Benítez. El jefe comunal, quien se enteró de la infausta noticia en Neuquén, retornó a Cutral Co y para participar anoche de la misa que celebrada al aire libre. "Le pido mucha tranquilidad a mi pueblo y también les pido disculpas porque hoy no estaba muy equilibrado. Uno reacciona como padre y realmente no le encuentro ninguna explicación", dijo anoche a "Río Negro". El intendente estaba cumpliendo con una serie de trámites en Neuquén, cuando se enteró de lo que había ocurrido en la vivienda de la calle Sáenz Peña. Desde allí, y por una radio local, el intendente dio sus primeras apreciaciones, en las que se lo advirtió conmocionado por el tremendo crimen del menor. "Esto nos tiene que servir para crecer y espero que tengamos una pausa y podamos trabajar definitivamente para darle seguridad a nuestros hijos. No tenemos que juzgar actitudes, creo que por ahí seremos muy sorprendidos cuando se aclare el tema", dijo Benítez. Los vecinos de la cuadra donde vive la familia de la víctima fueron sacudidos ayer por el horrendo hecho. "Nos conocemos de toda la vida, la madre trabaja desde hace 25 años en la misma tienda y es una gente normal y buenísima", dijo una mujer que no dejó de mostrar su perplejidad ante lo ocurrido. "No hay palabras para explicar lo que pasó", apuntó otra vecina. El ataque fue muy violento NEUQUEN (Enviado especial AN/ACC) - El autor del crimen disparó a no más de cincuenta centímetros de la víctima. El chico se quiso defender, porque la bala calibre 38 antes de atravesarle el tórax le perforó el brazo izquierdo. El plomo del proyectil salió por la espalda, cruzó la ventana y terminó en el medio de la vereda. En la casa hubo otro disparo: en la habitación que ocupaban los dos hermanos, en un mural, quedó incrustado el otro balazo. "El autor plantó todas las pruebas falsas que pudo. Le colocó una bolsa de nylon en la cabeza y le dejó dos toallas en el cuello, en clara intención de simular un ahorcamiento. La autopsia demostró que todo ello ocurrió post morten", dijo el fiscal Santiago Terán. Lo tenebroso del episodio no terminó ahí. El agresor ultimó al chico en el líving de la casa, lo arrastró unos cuantos metros y lo dejó tirado en un pasillo. Vestido con una remera y un buzo, piyama y pantuflas, la víctima murió de manera instantánea. Cuando los forenses llegaron al lugar no presentaba signos vitales. El forense Osvaldo Avaro, el fiscal Terán y el jefe de la Policía de Neuquén, Juan Carlos Lezcano, se manejaron extrema cautela en la conferencia de prensa en la que dieron detalles del estremecedor crimen. Dijeron que tienen muchas hipótesis para llegar al autor: "esperamos hacerlo en corto tiempo", dijo el fiscal. Sin embargo, los investigadores apuntaban los trabajos a identificar una persona que a primera hora de la mañana de ayer consultó a un médico. "Mintió su nombre y sugestivamente aparece con alguna relación en el crimen del chico", dijo una fuente. |
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