Jueves 29 de marzo de 2001
		Zapala: hermetismo en el juicio al menor
		Adoptaron extremas medidas de seguridad, mientras que taxistas, compañeros del asesinado César Morales y de otras empresas que actúan en la ciudad manifestaban reclamando justicia.
		ZAPALA (AZ).- Con un marcado hermetismo, y en medio de un riguroso operativo policial, se cumplió ayer la primera jornada del juicio al menor acusado de matar al taxista César Morales en diciembre pasado. Nueve testigos desfilaron ante el tribunal presidido por el juez Héctor Tro-va. Familiares de la víctima permanecieron en la puerta de acceso al juzgado ya que no estaba permitido el ingreso. Un nutrido grupo de taxistas recorrió las inmediaciones haciendo sonar sus bocinas y luego repartieron panfletos con la leyenda "No a la libertad de los asesinos de César, queremos justicia". No hubo incidentes. Antes de comenzar el juicio una funcionaria judicial explicó que de acuerdo con el artículo 63 de la ley 2302 de menores no estaba permitido el ingreso de la prensa, como una forma de preservar la privacidad del acto. El debate se extendió por varias horas. Dentro de la nómina de las personas que prestaron declaración se encontraban varios colegas del fallecido. Los familiares de Morales, entre los que estaba su joven esposa pero no las dos pequeñas hijas del matrimonio, permanecieron en la vereda de acceso a las dependencias judiciales ya que no estaba permitido el ingreso y sólo podían acceder los testigos previa presentación de sus identificaciones. En ese sentido tampoco pudo presenciar la primera etapa del juicio el abogado familiar de los Morales. Una fuente judicial confirmó que se extremarán los recursos para efectuar rápidamente el proceso con el objetivo de evitar el traslado permanente del menor. Este juicio no tendrá una sentencia condenatoria hacia el joven, cuya defensa es ejercida por la letrada oficial Beatriz Ambroggio y la defensora de los derechos del niño Gabriela Calaccio, pero determinará, en caso de comprobarse su culpabilidad que deba permanecer internado, hasta que cumpla 18 años y sea juzgado nuevamente. Una caravana compuesta más de 50 móviles recorrió las calles céntricas haciendo sonar sus bocinas cuando se estaba desarrollando el debate. Más tarde y luego de rodear la dependencia judicial por las calles Brown y Trannack, no pudieron apostarse en el frente ubicado sobre Zeballos por el operativo policial. Entregaron carteles pidiendo por justicia y rechazando la liberación de los involucrados en el hecho. El acto reunió a trabajadores de las diferentes empresas transportistas locales. Se aguardaba para las últimas horas de ayer la presencia Carlos Alberto Currumil, el otro involucrado en el sangriento episodio, quien podría prestar declaración por pedido de alguna de las partes. Al momento de su detención en su domicilio del barrio Don Bosco, Currumil de 18 años aportó datos clave para el esclarecimiento del hecho ya que se quebró ante la justicia y contó paso a paso cómo fue la secuencia del homicidio. "Entregó detalles que sólo conoce quien estuvo allí" sentenció en aquel momento un investigador. Al parecer y según su propio relato, Currumil habría intentado convencer al menor para evitar que mate a Morales. "No nos vamos a ensuciar por 15 pesos" le habría dicho. Sin embargo la fuerte personalidad del joven se impuso y finalmente terminaron ultimando al taxista de 7 balazos con un revólver de calibre 22.
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