Jueves 29 de marzo de 2001 | ||
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Los familiares aún esperan que declare |
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"Kielmasz es el único que puede hablar", dicen. Creen que perdió el Creen que perdió el equilibrio que había demostrado. |
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CIPOLLETTI (AC).- Las esperanzas que los familiares tenían de que Claudio Kielmasz hablara, se derrumbaron. Ayer, con un "no señor", el sospechoso le dijo al juez César López Meyer que prefería guardar silencio. Los González reconocieron después que intuían esa respuesta, que prácticamente la sabían de antemano. Pero íntimamente esperaban -y esperan- que Kielmasz dijera algo. "Sabemos que González Pino no va a abrir la boca. Kielmasz es el único que puede hablar", expresó Guido, hermano mayor de María Emilia y Paula. Sin embargo, aunque sin palabras, el detenido les trasmitió algo. "Tuvo una actitud bastante rara. Demostraba que su equilibrio no está como otras veces. Además su descompostura... Cuando empezó estaba muy pálido. No es el mismo Kielmasz que se presentó en casa", manifestó Ulises González. En diciembre del ´97 el detenido concurrió a la vivienda de las hermanas asesinadas y condujo luego a Ulises y a otras dos personas hasta el lugar donde estaba el arma homicida. En esa oportunidad se mostró, "seguro de lo que decía y lo que hacía. Parecía dominador de la situación", recordó el padre de las chicas. Claro que también es consciente de que Kielmasz es "impredecible" y que no es sencillo aventurar qué puede llegar a hacer a lo largo del debate. Las familias observaron reiteradas veces a los dos sospechosos en estas diez horas de debate de la causa. Pero nunca en ese lapso Kielmasz se animó a mirarlos a los ojos. "Incluso cuando se acercaba hacia el banquillo, que venía hacia el lado donde estábamos todos, fue con la cabeza gacha", indicó Ulises. Sólo González Pino entrecruzó algunas fugaces miradas con ellos. "Kielmasz es un tipo siniestro. En la acusación del fiscal se lo califica como perverso. Yo creo que si ha visto alguna fotografía en los diarios, y comprobado el estado de los familiares, le tiene que pesar. Claro, si es que tiene un poquito de fibra humana", añadió el papá de las hermanas. Ayer fue una jornada menos dura para los padres de las chicas. En el seno del hogar de los González aún se recordaba el momento en el que se leyó el informe de la autopsia, incluido en la requisitoria. "Nos afectó, fue doloroso escucharlo. Quedamos todos muy mal. A uno le dan ganas de hacer justicia por mano propia. Tener ahí adelante a los presuntos autores es muy duro", manifestó Susana Guareschi de González. Ahora los padres esperan que se rechacen los recursos de nulidad planteados por los defensores de los detenidos y que comiencen a declarar los testigos. Ulises tiene expectativas principalmente por lo que pueda suceder en las últimas jornadas, cuando declaren los policías y el jefe de la DEA, los testigos que propusieron junto a su abogado José O´Reilly. Y también cree que serán importantes los testimonios de las personas que involucran con más firmeza a los dos sospechosos. Ofelia de Villar, su hija Laura y su suegra también estuvieron en la sala de audiencias. Esta vez se sentaron junto a los González. Ahora se organizarán para el domingo a las19, cuando una vez más se reunirán en la plaza San Martín para salir a recorrer las calles y exigir justicia. En esta manifestación se hará una nueva convocatoria para que los cipoleños apoyen el reclamo durante el debate. "Hay gente que no sabe bien cómo tiene que hacer para concurrir", dicen. Pidieron justicia por el crimen de Zerdán Foto: Los familiares de las víctimas notaron una actitud distinta en Kielmasz, quien durante el juicio no los mira a la cara. |
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