Martes 13 de marzo de 2001

 

Se cumplieron doce años de impunidad

 

Esta vez no hubo marchas de silencio, ni reclamos airados para pedir justicia o que se acelere la investigación. Sólo los padres de Raquel Lagunas y Sergio Sorbellini fueron al cementerio a rendir homenaje a sus hijos. A doce años del hecho, la mayoría bajó los brazos, ante la falta de resultados por parte de la Justicia.

  RIO COLORADO (ARC).- Pasaron doce años de aquel 12 de marzo de 1989 en el que fueron violentamente asesinados Sergio Sorbellini, 19 años, y Raquel Lagunas, 17.
En aquellos días la tranquila comunidad de Río Colorado se conmovió porque se encontró de pronto con un hecho que sólo ocurría en otros puntos del país.
En este caso, el doble crimen fue cometido en el "patio de atrás del pueblo", a escasos dos kilómetros del casco urbano.
Y el doble homicidio no sólo marcaría un antes y un después en Río Colorado, sino también en Río Negro.
Tras la instrucción a cargo del juez Fernado Bajos se condenó a Mario González y Raúl García a prisión perpetua.
Y tres años después fueron liberados al comprobarse su inocencia. Por su actuación, el juez Bajos fue destituido.
La tarea de la Policía también está sospechada. Y cuatro uniformados fueron procesados y enfrentarán próximamente un juicio por asociación ilícita.
Los peritos también cometieron irregularidades, describiendo autopsias que no se hicieron y peritando armas erróneamente que condenaron a inocentes.
El perito balístico Julio Arriola ya fue condenado y los médicos forenses también enfrentarán un juicio público.
A lo largo de estos años se sucedieron eventos que cambiaban continuamente las perspectivas.

Muchas hipótesis

El aberrante crimen de una pareja, inocentes detenidos, varias hipótesis del hecho que hablan de contrabando de ganado y hasta de droga, sugestivos suicidios, cadenas de encubrimientos, nombres de personas influyentes y ligados a la política, son parte de los condimentos de este caso que aún permanece impune.
Lo cierto es que ya pasaron doce años y no hay nada claro en torno a este controvertido caso.
La sensación popular, que está condicionada por la marcha de los hechos, indica que nunca se va a esclarecer. La mayoría ya "tiró la toalla".
La sorpresa en un principio, se transformó más tarde en avidez por conocer los detalles y a los autores y mutó en indignación al notar que se avanzaba un paso y se retrocedían dos.
El presente deja percibir una sensación de resignación y abatimiento, a excepción de un pequeño grupo que aún lucha por saber la verdad.
El golpe de gracia sucedió hace poco.
La aparición de dos testigos claves encendió una nueva luz de esperanza, pero al quedar demostrado que sólo intentaban cobrar la recompensa, todo se vino abajo.
Ayer no hubo marchas multitudinarias en las calles de Río Colorado.
Los padres de los jóvenes fueron como siempre al cementerio y depositaron una ofrenda floral en la tumba de sus hijos.
Sólo queda en la memoria de esta comunidad los acostumbrados paseos de Sergio y Raquel en su bicicleta tándem. Raquel y Sergio, una historia de amor y de vida que quedó trunca.

La familia Lagunas, casi sin esperanzas

RIO COLORADO (ARC).- Leandro Lagunas y Graciela Lambert de Lagunas, padres de Raquel emitieron una extensa carta donde vuelcan sus pensamientos, preguntas y sensaciones tras doce años aguardando justicia.
En la misma dejan entrever que ya poca esperanza les queda en conocer a los autores del hecho, dedicándole un párrafo a la tarea llevada a cabo por la fiscal de la causa. Lo que sigue son las partes más salientes de la misiva.
"Toda conducta es exitosa según los resultados: quien colaboró, reclamó o luchó por lo justo fue atacado, denunciado o agredido constantemente durante doce años. Y quienes tenían la obligación de no callar, y lo hicieron, los vemos prosperar en sus fortunas y en su seguridad".
"Quienes son nombrados por la evidencia, son personajes honrosos que conviven con nosotros. Y quien se animara a nombrarlos, es un sospechoso extravagante movido por quien sabe que oscuro interés".
"Todo cede ante la modernidad. De nada valieron dos años de marchas contínuas, de reclamos contínuos, el reclamo repetido de todo un pueblo ante sus autoridades, la palabra y la presencia del obispo, el gobernador, el vicegobernador, los juicios políticos, las noches en Viedma, las manifestaciones en Roca, metros y horas de prensa provincial y nacional, libros sobre el caso, comisiones legislativas, policiales, de apoyo, carpas, carteles, asambleas, plebiscitos, volanteadas, petitorios, votos castigo, presentaciones en el exterior, simposios, debates, velas, misas, pancartas y antorchas".
"No hay un preso, ni lo habrá. Salvo dos testigos que nadie sabe de donde salieron. Nadie se burla de la Justicia, dice la fiscal. Y la Justicia se burla de todos".
"Doce años de preguntas simples: ¿Dónde están las ropas de los chicos?, ¿quién cambió las prendas de Raquel?, ¿quién agujereó los cadáveres?, ¿dónde están las quemaduras que los familiares no vieron, ni están en las fotos ni en los videos?, ¿no llevó Ferreras el arma que peritó Arriola?, ¿por qué insistieron nueve años seguidos en que no era necesaria una exhumación?, y así hasta el infinito".
"Una cuarta parte de mi vida se fue en esta lucha, para estar igual que el lunes que encontramos a los chicos. Iremos a rezar y poner flores en la tumba de Raquel y Sergio. Es lo único razonable que pensamos que hay que hacer".

   
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