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Jueves 8 de marzo de 2001 | |
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Pasará 12 años en la cárcel por matar a una joven |
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Le disparó en la cara a una mujer, desde pocos centímetros, porque se "reía" de él. Durante el juicio dijo que no recordaba por qué se había generado el trágico episodio. |
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| NEUQUEN (AN) - La justicia condenó a doce años de cárcel a un hombre que mató de un balazo en la cabeza a una joven, porque entendió que se estaba riendo de él y un amigo. Los testimonios recogidos durante el juicio no demostraron que la víctima, que estaba acompañada de una menor y un hombre en el interior de la vivienda de éste, efectivamente se hubiera estado burlando del agresor. La pena recayó sobre Juan Arnaldo Valenzuela (26 años), quien la tarde del 28 de agosto del año pasado le disparó en la frente desde menos de medio metro a Verónica Patricia Zapata (17), provocándole la muerte instantánea. El hecho ocurrió en la pequeña casilla de un ambiente de David Osorio Alonso, de la manzana 19 del barrio Hipódromo. Osorio Alonso, junto a la menor y al amigo de Valenzuela, Jorge "Cheto" Muñoz (20), fueron los testigos presenciales del trágico episodio. El relato que los dos primeros ofrecieron en el debate fue determinante para resolver la culpabilidad del imputado, según los jueces. El fiscal Ricardo Mendaña había pedido la pena que finalmente aplicó el tribunal de la Cámara Criminal Segunda, integrado por los doctores Antonino Gagliano, Emilio Castro y José Andrada. El defensor oficial Gustavo Vitale había reclamado la absolución, en base a que no se demostró que fue Valenzuela quien efectuó el disparo sobre la víctima. En su declaración el acusado negó la autoría del crimen y le atribuyó el manejo del arma, un revólver calibre 22, a Muñoz. "Las articulaciones del defensor en cuanto a que pudo ser Muñoz el que efectuó el disparo, no tienen sustento en ninguna de las pruebas", concluyó de manera terminante el tribunal para despejar cualquier probabilidad de desincriminar al condenado. En el juicio el victimario aclaró que no conocía a la víctima, a quien sólo la había visto una vez en la despensa del barrio y que no sabía por qué motivo se generó el incidente que derivó en la tragedia. Con quien había tenido una relación sentimental la víctima, cabe señalar, había sido con Muñoz. Pero este antecedente fue desestimado por el tribunal como para considerar que pudo caberle alguna responsabilidad en el desenlace fatal. Es más, los jueces acentuaron los relatos que en todo momento lo sindican como tratando de impedir la agresión que terminó ejecutando Valenzuela. Los jueces no llegaron a ninguna conclusión respecto del móvil del crimen. Valenzuela dijo que con Muñoz estaban bebiendo cerveza en el patio de la casa de este último, que linda con la casa de Osorio Alonso, cuando observó que la jóvenes y Osorio Alonso "se reían" de ellos y que en un momento dado decidió "parar la bronca". Para ello ingresó con violencia a la casilla de Osorio Alonso y les recriminó a las jóvenes por las supuestas burlas, amenazándolas con el arma, que reconoció llevar encima. "Dejen de molestar a los pibes de atrás", les dijo. Y añadió que a pesar de ellos "las pibas se seguían riendo". A todo esto, Muñoz trataba insistentemente de hacerlo desistir de la idea de fustigar a las jóvenes. Todos los testigos coinciden en que después de que le fallara el arma al intentar dispararle a Osorio Alonso, Muñoz alejó a los empellones del lugar a Valenzuela. Sin embargo, volvió sobre sus pasos y efectivizó el disparo sobre Zapata. Una vez consumado el hecho el agresor se alejó hacia la zona de bardas, según su propio relato, deambuló algunas horas, se desprendió de su revólver y regresó a la casa de una hermana, , donde poco después fue detenido por la policía. |
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