Condenaron a un escribano estafador de Roca

Se trata de Reynaldo Martínez, por quedarse con unos 40.000 pesos.

ROCA (AR).- Un escribano de Roca, que fue denunciado en cuatro oportunidades por estafas, fue condenado por uno de los casos, aunque la pena es prisión en suspenso.
En caso de recibir una segunda condena -el próximo juicio se realizaría a corto plazo-, el acusado deberá purgar su pena en prisión.
El escribano en cuestión es Reynaldo Celestino Martínez, de 69 años, quien se quedó con más de 40.000 pesos que le habían dado para levantar una hipoteca de una vivienda que se estaba por vender, y debía pagar impuestos atrasados y deudas con urgencia, ya que el inmueble estaba en vías de rematarse.
Sin embargo, la justicia falló en que Martínez recibió el dinero "con propósitos muy concretos de los cuales no debía apartarse, y no debía usarlo para sí ni para ingresarlo al circuito financiero especulativo".
La Cámara Primera del Crimen lo condenó a dos años y diez meses de prisión en suspenso y seis de inhabilitación para ejercer funciones notariales.
El hecho juzgado comenzó el 27 de noviembre del "98. Evelina Satollo realizó un contrato de compraventa con Jorge Llanos. La mujer le vendía un inmueble en 47.500 pesos. Sobre el bien pesaba un embargo del Banco Dorrego y una hipoteca del Banco Nación.
Ese día, Llanos le entregó a Martínez 5.000 pesos en carácter de seña, y para que cancele impuestos y gastos. Ambos fueron citados para 30 días, a fin de realizar la escritura de la casa.
Comprador y vendedora, regresaron a la escribanía, ubicada en Sarmiento 1.405, donde Martínez asesoró a Llanos para que le entregue el saldo de los 42.500 pesos. El procesado le dijo que él se encargaría de pagar todas las deudas. Como el notario le inspiraba confianza, así lo hizo.
Pero además, Santollo le dio a Martínez otros 10.000 pesos para que los entregara al Banco Pampa -a cargo de la deuda en el Dorrego-, cancelara lo que se debía y así poder transferir la propiedad. Martínez no cumplió con nada de lo acordado. Sólo entregó 10.000 pesos al Banco Pampa, pero en cheques.
La sorpresa para Santollo llegó el 5 de abril del "99 cuando después de varios reclamos, le envió una carta documento a Martínez para que cumpla con lo pactado, pero este se la rechazó. Como las deudas de la propiedad estaban impagas, comenzaron a correr los intereses. Al día de la fecha, la vivienda está por rematarse.
El juez Carlos Gauna Kroeger, señaló que Martínez "no levantó la hipoteca del Banco Nación, reteniendo injustificadamente el dinero. La ejecución ya estaba iniciada desde el 2 de febrero del "98 con el bien ya embargado y afectado a la ejecución, era imperioso cancelar la deuda con la institución bancaria". Nada de esto hizo.
El escribano manifestó que no pudo cumplir con sus compromisos asumidos, ya que Satollo inició una campaña de desprestigio en su contra y por eso no le aceptaron los cheques que había presentado. Los camaristas concluyeron en que el dinero no se le había entregado en depósito, sino para que cumpliera con lo pactado lo antes posible. Sin embargo, sus cuentas se cerraron el 14 de abril del "99, mientras que los cheques fueron presentados quince días antes.
Además consideraron que "Martínez debía cumplir con su mandato, y para ello había tenido tiempo suficiente para hacerlo". Por si esto fuera poco, el crédito hipotecario tuvo que ser cancelado por Llanos en agosto del "99, pagando más de 43.000 pesos, "con lo que se advierte que ha pagado dos veces".

"No actuó con dolo directo"

ROCA (AR).- El defensor José O"Reilly consideró que su cliente Reynaldo Martínez no había actuado con dolo directo, y que a pesar de que hubo atrasos, mora y perjuicios producidos, no hubo intención de lucro indebido.
El abogado señaló que se trataba de una cuestión civil, por lo que Martínez debería ser absuelto.
El querellante le replicó que si los cheques que había presentado en el banco Nación eran buenos, por qué no los pagó, a lo que O"Reilly manifestó que fue porque le habían cerrado las cuentas bancarias.

Operaba en descubierto

Para el defensor, fue una complicación muy grande el hecho de que a Martínez le cerraran las cuentas, ya que estaba acostumbrado a operar el descubierto.
"Por ello no puso hacer frente a las obligaciones que había contraído con Satollo y Llanos", manifestó durante el alegato realizado.
También recalcó que el escribano "pagó los 10.000 pesos al Banco Pampa, y en este caso se autorizó una refinanciación que se demoró pero esto no fue por culpa del procesado".
Además, dijo que el 11 de marzo se canceló el embargo del Banco Francés.

"Martínez no pagó las deudas porque no quiso"

ROCA (AR).- "Martínez no pagó porque no quiso". La frase corresponde a Raúl Barrera, quien actuó como querellante en la causa.
El abogado acusó al escribano de no haber hecho nada luego de que le devolvieran los cheques. "El dinero entregado le sobraba. No se requerían trámites, se requería sólo poner el dinero", manifestó.
También hizo hincapié en la supuesta campaña de desprestigio que mencionó el defensor José O"Reilly. "Entonces, ¿qué mejor momento para pagar?; incluso no pagó ningún impuesto que permita escriturar".
Además mencionó que Evelina Satollo tenía dos locales y la deuda hipotecaria. Sin embargo, en la actualidad mantiene la deuda y perdió un local.
Por otra parte, resaltó que cuando comprador y vendedor le enviaron las cartas documentos , él les respondía que todo se estaba tramitando normalmente y no era así. "Si le devolvieron los cheques en el Banco Nación, lo que correspondía era honrar la deuda y pagar en efectivo, incluso los intereses", manifestó.
La fiscal Irma Gadano coincidió con lo que había expuesto el querellante. Señaló que al correr los intereses, "debió entregar la suma inmediatamente. En lugar de eso, entregó cheques con fecha diferida, que fueron devueltos".
También mencionó las "excusas" brindadas por Martínez. Cuando Satollo y Llanos comenzaron a percibir dificultades y que los trámites se estaban demorando, el escribano les manifestó que "el dinero se había ido", "que vamos a arreglar después" o que directamente "Llanos se haga cargo de la deuda y que después iban a arreglar". Consideró que Martínez se aprovechó de la buena fe de los clientes.
Desestimó que el cierre de las cuentas de Martínez hayan sido por el desprestigio de Satollo, "ya que no tuvo nada que ver". Gadano pidió que el escribano, sea condenado a a tres años de prisión y a seis de inhabilitación especial.

Foto: Reynaldo Martínez depositó en mesas de dinero las sumas con las que tenía que levantar una hipoteca. Su abogado fue José O"Reilly.