Romera la dió brillo a su victoria

OLAVARRIA (Especial) - ¡Por fin! Cuando cayó la bandera a cuadros y quedó sellada su victoria, el roquense Javier Romera debe haber sentido un gran alivio. Consiguió su primera victoria en el Turismo Nacional, esa que venía buscando desde el mismo debut en la categoría y que tantas veces se le escapó por diferentes problemas. Esta vez todo le salió redondo y del autódromo de Olavarría se llevó algo más que su primera gran conquista, sino también la punta del certamen de la Clase 2 y ratificó su condición de candidato a pelear por el título.
Seguro que al roquense, como también a los integrantes del equipo que comanda el riocoloradense "Tito" Etchegaray, se le escapó alguna lágrima cuando concretó su triunfo.
Al menos eso quedó demostrado en dos momentos. Primero, por el festejo en la intimidad de su auto, cuando hasta abrió la puerta de su VW Gol para levantar bien su brazo izquierdo, y después los saltos interminables en el podio.
Atrás había quedado el "karma" que significaba no haber podido ganar hasta ahora, en especial desde que arrancó su segunda etapa en el Turismo Nacional. Solía dominar las clasificaciones, imponerse en muchas series, pero nunca terminar primero en una final. Si hasta haber sido elegido como la revelación del 2000, no alcanzaba para saldar esa cuenta pendiente.
Y por más que la consigna era sumar para el certamen, como lo demostró en su serie de ordenamiento, cuando bajo la lluvia levantó estando en punta para no entrar en roces con Iván Arbusti.
La final fue tremenda, una verdadera batalla de principio a fin. Seguro que por su desarrollo también tendrá un sabor diferente para Romera, porque no le regalaron nada. Tuvo que apelar a todo su manejo y también a las cualidades del auto para llegar a la victoria.
Cuando el semáforo se puso en verde, Arbusti agarró la punta, seguido por Néstor Percaz y Romera. Más atrás un apretado grupo de unos seis pilotos y después el resto del pelotón.
Quedó claro que los tres de adelante tenían con qué buscar la victoria. Y aportaron lo suyo para un espectáculo que salió bárbaro. Primero lo intentó Romera, roce mediante a Percaz para saltar al segundo lugar. Después, allá por el octavo giro, lo pasó a Arbusti, pero en un retome casi se paró a cero el auto del roquense y volvió a la tercera posición.
Fue el turno de Percaz, quien inició el ataque sobre Arbusti, con Romera "soldado" esperando el momento de la revancha. Y a cuatro giros del final, los dos primeros se jugaron en un frenaje y perdieron.
Percaz metió el auto por adentro, Arbusti porfió más de la cuenta y cuando quiso recuperar la cuerda llegó el inevitable toque, quedando la punta servida para Romera, quien metió una vuelta rápida, sacó diferencias sobre el resto y se fue derecho en busca de la bandera a cuadros.
Percaz poco menos que destrozó la parte posterior de su auto, porque en el despiste se llevó puesto al de Emanuel Moriatis, que estaba abandonado. Mientras, Arbusti alcanzó a salvar la segunda posición.
Las últimas tres vueltas fue- ron eternas. Romera cuidó todo, incluso a la hora de superar a los rezagados, para llegar a la ansiada y necesitada victoria, que tuvo doble significado porque le permitió quedarse, y con una importante ventaja, al tope de un certamen que lo tiene como gran candidato al título.
Con un producto bien regional y mucha "pasión", la fórmula Romera-Etchegaray vivió su gran día en un autódromo de Olavarría, que lleva el nombre, nada menos, de un grande como Luis Rubén Di Palma. Mejor escenario imposible para la primera y esperada victoria de alguien que la venía pidiendo a gritos. Misión cumplida para el roquense y compañía, que ahora irán por más.

"Esperamos mucho este momento, es especial"

OLAVARRIA (Especial) - Por la mente de muchos, cuando cayó la bandera a cuadros y quedó sentenciada la victoria de Javier Romera, pasó la imagen de "Chiche", su padre y verdadero gestor de su incursión en el automovilismo grande. Será por eso, que no sorprendió, pero sí emocionó mucho, cuando subió al podio, levantó los brazos y lo primero que hizo fue dedicarle el triunfo, al igual que a su equipo. "Esperamos mucho este momento, es especial", expresó el roquense.
Para hablar con Romera hubo que hacer fila. Es que todos querían la palabra del ganador. Y uno a uno fue atendiendo los requerimientos de la prensa, también las primeras felicitaciones y hasta algunos autógrafos.
Recién después llegó el momento del festejo en la intimidad. De un interminable abrazo con "Tito" Etchegaray y con los otros integrantes del equipo.
Y había muchas cosas para comentar por parte de Romera. Así, destacó que "este triunfo tiene mucha significación, porque es el primero que logró en la categoría; por permitirme llegar a la punta del certamen, porque sirvió para ratificar el notable trabajo del equipo de Etchegaray".
Enseguida agregó que "la carrera fue espectacular. Cuando lo pasé a Percaz hubo un roce. Me dejó el hueco y mandé el auto, por eso nos tocamos. Después lo superé a Arbusti, pero se me paró el auto a la salida de una curva y cuando quise aguantar en el segundo lugar Néstor (por Percaz) me superó. Si me hizo alguna seña no lo vi, venía pensando qué le podía pasar al "Golcito". En las dos maniobras, los toques fueron de carrera".
Después, apuntó que "tenía auto para volver a intentar llegar a la punta, pero tanto Arbusti como Percaz también. El toque entre ellos me dejó el camino libre, pero sino habríamos protagonizado una definición muy apretada".
A la hora de los agradecimientos, Romera se acordó de los auspiciantes; del equipo de "Tito" Etchegaray; de su madre; su novia; los amigos; del apoyo que le dan en Río Colorado, y de "mi papá, "Chiche" fue el que me inició en esto y que laburó mucho para que yo llegara a esta categoría. Seguro que allá arriba se habrá puesto muy contento. Estoy viviendo un momento muy especial".

Armellini hizotodo bien en la división mayor

OLAVARRIA (Especial) - Repitiendo la buena tarea de la clasificación del pasado sábado, el nicoleño Lucas Armellini llevó a su Honda Civic a la victoria en la segunda fecha del certamen anual del Turismo Nacional en la Clase 3, que se corrió ayer en el autódromo de Olavarría.
Armellini superó por estrecho margen a su compañero de equipo Germán Suárez, estableciendo así una notoria superioridad de los Honda Civic en relación con el tercero Omar Darío Bonomo, con un Ford Escort.
La prueba de la Clase 3 tuvo un trámite monótono en la punta, ya que los dos autos de la marca japonesa largaron adelante y se alejaron rápidamente del resto.
Había arrancado Suárez en primer lugar, pero durante la segunda vuelta Armellini superó con una brillante maniobra al cordobés para no ceder el primer lugar hasta el banderazo final, que lo coronó como ganador.
Con Armellini y Suárez en otra dimensión, la lucha se entabló por el tercer lugar que Bonomo defendió con uñas y dientes para acceder al otro lugar disponible del podio ante los embates de Omar Tanoni, Claudio Bisceglia y, sobre el final, de un Carlos Míguez muy agresivo.

foto: Javier Romera en lo más alto del podio, festejando su primera y esperada victoria en la Clase 2 del Turismo Nacional. Estuvo acompañado por Iván Arbusti y Sergio Giacone.