"Nos automarginan..."

""Como nacido y criado en Loncopué, quiero expresar que los funcionarios provinciales relativamente poco tienen que ver con nuestros males. Nosotros somos los principales protagonistas de lo que nos pasa en nuestro pueblo. Votamos a los intendentes y concejales que tienen que representarnos en la cosa pública y parece que con cada elección vamos peor.
"Nuestro intendente llegó a ese cargo luego de haber cumplido un período como concejal, esto es, conociendo la realidad de nuestro pueblo. Sin embargo, apenas asumió comenzó a tirar manteca al techo creando más de 15 cargos políticos, aumentó la planta de contratados, luego la permanente; pidió descubiertos al banco, hizo fiestas y recepciones, viajó a Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, a Neuquén capital, supuestamente para realizar gestiones, de las que no conocemos los resultados. También viajó al festival de Baradero, viajó a Chile para realizar relaciones públicas, por lo menos es lo que dice (como si Chile y la Argentina no tuvieran Cancillería y necesitaran de un olvidado intendente para las relaciones entre ambos países).
"De todos estos viajes ni siquiera mandó postales. La política oficial de este intendente es la soberbia y el autoritarismo y la instrumenta con la amenaza o con la compra de voluntades. Se ganó el mote de Raúl "Topadora" Parra, porque todo se lo lleva por delante, carece de la capacidad de comunicarse con los demás. Creo que es relativa la visita del gobernador a nuestra localidad, como la reclama el intendente, si nuestras autoridades no tienen imaginación para dirigir los asuntos locales. El anterior gobernador, Felipe Sapag, nos visitaba todos los años y bastante poco nos dejó y tenía una relación casi carnal con el anterior jefe comunal. Por este medio me he enterado de que intendentes de otros signos políticos diferentes del oficialista se saben manejar y consiguen cosas para sus localidades. Me pregunto, ¿no será que las autoridades locales buscan la automarginación para justificar los desaciertos, la falta de iniciativa, la poca imaginación? Es triste que el intendente con su equipo de funcionarios y concejales traten de hacer la del gato por cualquier medio."

Florencio Contreras
DNI 13.533.134
Belgrano s/n - Loncopué

"¿Quién controla el tránsito?"

""En una nota publicada el 4/3/01 en este diario, el director de Tránsito de la ciudad de Neuquén advertía a los padres de los chicos en edad escolar que se iba a realizar un estricto control para evitar que los padres estacionaran en doble fila.
"Lo que se le olvidó a este señor, de quien no recuerdo el nombre, es si lo iba a hacer este año o si era un plan a futuro, porque desde que comenzaron las clases no he notado cambio alguno. Hacía referencia en esa nota al hecho de que están prohibidos los vidrios polarizados y que hay lugares en donde no se puede estacionar y los neuquinos lo hacemos... como si no lo supiéramos.
"Director de Tránsito: las leyes se respetan por íntima convicción o por temor a la autoridad y si hay una gran mayoría que no lo hace es porque no le teme a la autoridad y, por si no se dio cuenta, la autoridad depende de Ud., que para eso es el responsable y se le paga un sueldo. Si no se siente capacitado para hacer cumplir las normas de tránsito, tenga la entereza de asumir sus limitaciones y deje de cobrar el sueldo que se le asignó, de lo contrario no es más que un simple ñoqui de los tantos que desangran las arcas de las reparticiones públicas. Párrafo aparte para los inspectores de tránsito, que ni siquiera pueden lograr que la gente se estacione bien en la esquina del Tribunal de Faltas de Río Negro y Perticone..."

Darío Defilippi
dariofoto@ciudad.com.ar

Descreída totalmente

""Nací aquí, en El Bolsón. Me crié, crecí cada día pensando más en el futuro, uno lleno de esperanzas, metas por cumplir y al fin logros.
"Hoy sigo aquí, viviendo una realidad. El futuro tan ansiado llegó, pero no es el que imaginaba. Ya nada queda, ni siquiera ese deseo y esa expectativa constante de crecer.
"Ya no veo otro futuro, sólo veo hambre, miseria, egoísmo, falta de ética y de solidaridad.
"Cada uno está inmerso en su mundo sin pensar en el prójimo, ni en el bien de la comunidad.
"Qué futuro se puede esperar sin educación, sin recursos. Si en este país tener una casa propia está pasando a ser una utopía, si comer carne todos los días ya pasó a ser un lujo. En qué futuro puedo pensar si no les voy a poder brindar absolutamente nada a mis futuros hijos.
"Si esto era lo que buscaban, "señores" funcionarios, lo consiguieron; si querían un pueblo cada vez más ignorante, sin defensas y por ende un pueblo más "acostumbrado", los felicito, lograron su meta. Y, por último, los felicito por habernos creado estos sentimientos cuando los miramos a la cara: vergüenza y asco."

Analía Salazar
19 años - DNI 28.517.569
andrea@elbolson.com

"¿Por qué los pobres no podemos elegir?"

"¿Por qué los pobres no podemos elegir? Me refiero a las inscripciones para 1º grado, situación que viví el año pasado y hoy se vuelve a repetir. Fui honesta, no mentí sobre mi dirección, en esa ocasión me dieron una planilla con tres opciones para elegir colegio. Por supuesto, opté por tres que me convenían por razones personales (cercanía con mi trabajo para retirarla, traslado, etc.). 1) Tuvieron prioridad los que tenían hermanos en esas escuelas; 2) los del radio; 3) etc. Así fueron descartando y mi hija fue destinada mediante una segunda inscripción a la escuela de mi barrio (escuela que no estaba entre las tres opciones elegidas por mí). Entonces me pregunto, ¿qué sentido tienen las tres opciones? Alegaron en ese momento que como primera opción tenía que poner la escuela de mi radio. La desilusión fue grande, me impusieron ese banco o ninguno.
"A fuerza de un gran sacrificio y ayuda de familiares, mi hija cursó 1º grado en una escuela privada de las más económicas, con la esperanza de que en el 2º grado no iba a tener tantos inconvenientes y podría ir a una escuela pública elegida por mí.
"Hoy estoy igual que el año pasado, angustiada, y no tengo opciones. Mi estado económico empeoró y en situaciones como ésta se nota mucho la diferencia entre ricos y pobres."

Claudia Inés Mellado
DNI 18.436.964
Roca

La otra cara de la moneda

""Quiero comentar acerca de las peripecias pasadas por mi núcleo familiar en mis vacaciones a la Línea Sur. El 21/2/01 nos embarcamos mi esposa, mi hijo, yo y nuestro auto en el tren de Sefepa hacia Bariloche, con destino final a Epuyén. En el transcurso del viaje, faltando una hora para llegar a San Antonio Oeste, y cuando nos disponíamos a tomar unos mates, en forma imprevista saltó el tapón del termo y mi esposa se quemó en la pierna izquierda. En forma inmediata y ante la importancia de la quemadura, previo auxilio de la gente de Sefepa, con gasas y calmantes, radio en mano, el empleado solicitó al jefe de la estación SAO que una ambulancia nos esperara. Sorpresa grata fue que apenas arribado el convoy, estaba la ambulancia con la enfermera. Nos trasladaron al hospital, la médica de turno, la doctora Rosales, y una enfermera curaron a mi esposa con dedicación y altísima perfección. Medicada mi esposa, nos condujeron a la estación. El tren nos esperaba y nos hicieron el "aguante". Le recomendaron a mi esposa que apenas arribara a Bariloche se hiciera atender para una segunda curación en el hospital local. Y aquí comienza "la otra cara de la moneda". Llegamos a dicho nosocomio a las 11.30, nos pasearon por todos los pasillos, nos atendieron todas las enfermeras, se pateaban la pelota y a las 13.30 no podíamos continuar viaje a Epuyén, dado que según el médico de turno, debíamos volver en 48 horas para curar a mi esposa. A esta altura, muy intranquila por el dolor, cuando vimos que fueron terminantes en que no nos atenderían, pedí hablar con el director. Como tampoco funcionó el método, les informé que me retiraría a buscar a la prensa, dado que el hospital es público y ante una emergencia no hay diferencias de clases sociales. Ante esta amenaza, el médico de guardia dijo "...bueno, haremos una excepción", y acto seguido, a regañadientes, curaron a mi esposa. Cuán grande fue la sorpresa cuando el doctor dijo: "Bueno, deben 15 pesos, porque acá en este hospital los ricos que se quejan, pagan". Por supuesto, no accedimos a ese reclamo, le hicimos saber que ambos teníamos Ipross, y dicho médico dijo: "Bueno, denme dos cheques". Tampoco accedimos, dejándole, como corresponde, un cheque. La atención no sólo fue desastrosa, había suciedad por doquier, paredes escritas con graffitis, falta total de aseo. Una madre con su bebé con ambas manos laceradas me dijo que estaba desde las 7.30 de la mañana y no la atendían. Volvemos a la "buena cada de la moneda": la atención del hospital de El Bolsón es igual que la de San Antonio, de primerísima, con humildad, pocos recursos, pero con un profesionalismo y dedicación que, luego de ver esto de Bariloche, nos conmovía.
"¿No hay forma de mejorar la asistencia de un hospital "internacional" como es el de Bariloche? ¿Qué dirán de nuestra salud pública los visitantes en este monstruo turístico? Tienen tanto que aprender del hospital de San Antonio como del de El Bolsón. A esta gente tan amable y a la de Sefepa, gracias y ojalá en Bariloche los imiten."

Juan Rubén Atis
LE 8.216.102 - Patagones