Producciones argentinas llenan las salas neuquinas

Cuatro filmes se proyectan en el festival de cine nacional. "Cerca de la frontera" abre el fuego hoy en el Español.

"El mar de Lucas" Desencuentros entre padres e hijos

NEUQUEN (AN).- El público podrá ver el sábado, la ópera prima de Víctor Laplace, basada en la historia de Martín Salinas. Una historia en la que con cierto humor y ternura aborda los conflictos derivados de los mutuos desencuentros entre padre e hijo, alejados por un divorcio ocurrido en el exilio y separados en el país por diversos equívocos que estimulan el rencor de uno y la incomprensión del otro.
Juan Denevi festeja sus 50 años en su restaurante cuando, de pronto, una mujer entra con un bebé a cuestas y lo deposita en sus brazos. No todo es lo que pensamos. Lucas, el niño que Juan sostiene no es otro que su nieto y Manuela, la mujer, su nuera.
Ambos vienen a pedir ayuda haciendo de intermediarios de Facundo, hijo de Juan que desde hace años vive lejos de Buenos Aires. Aquí comienza el viaje de Juan, hacia la posibilidad de conocer a su hijo y de conocerse a sí mismo a través de una serie de situaciones y personajes que le darán la oportunidad de enfrentarse a su definitiva madurez.
Manuela, y su nieto, Lucas han viajado desde Las Glicinas para pedirle ayuda: con Facundo han invertido todo (incluyendo la hipoteca sobre la casa) en un proyecto y están a punto de quedarse en la calle. A la mañana siguiente, al descubrir que Manuela y Lucas se han ido, decide viajar hasta Las Glicinas, a reencontrarse con su hijo. El encuentro padre-hijo parece tener el efecto de una caja de Pandora recién abierta y una catarata de viejos rencores y cuentas impagas.

"Cien años de perdón" Un grotesco de personajes oscuros

NEUQUEN (AN).- Dirigida y protagonizada por José Glusman, con Noemí Frenkel, Márgara Alonso y Pompeyo Audivert llega el lunes "Cien años de perdón" en dos funciones, a las 20 y 22 y retorna el miércoles a las 20.
Ha sido definida como una ácida metáfora sobre una clase media cayéndose a pedazos, que afronta deudas impagables, como el país. Que desconfía de las instituciones, con seres que intentan recursos desesperados, y que apenas si pueden volver a continuar con sus vidas pequeñas en un mundo absurdo. Una historia tensa, de seres pequeños, donde no se puede distinguir claramente a los buenos de los malos, donde, de alguna manera, todos se roban entre todos. Y como bien dice el refrán, ladrón que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón.
De un lado los acreedores, Mauricio (José Glusman) y su "idishe mame" enferma y angustiada por la situación. Del otro, la familia que debe: el padre débil, la madre loca, la hija que acaba de regresar de la capital (Noemí Frenkel) y Huguito, el hijo (Pompeyo Audivert).
Gritos de una mujer golpeada. Así empieza el filme. Intercalados con su imagen frente al espejo, recordando. Luego arma el bolso y se va. Mientras ella viaja, la acción se traslada a Basavilbaso, Entre Rios. Mauricio (Glusman) levantando las persianas del "almacén de ramos generales" de su familia. El se ocupa del negocio y cuida a su madre que yace en cama y le da consejos: "Negocia, Mauricio, tu padre siempre decía que es mejor un mal arreglo que un juicio bueno". Lleva una vida de absoluto sometimiento: del negocio a la casa a cuidar a Berta y de allí al negocio. Presionado por ella (de alguna manera metáfora de la situación general) llega a lo de la familia Merides, dispuesto a cobrar su deuda. Primero habla, luego discute finalmente rechaza una pequeña contribución que Celina le ofrece para achicar el saldo… y entonces Hugo resuelve la situación a los golpes.
"El filme ha sido calificado como una comedia negra. Coincidimos asegura Socorro Villa en su crítica. Haciendo gala de un grotesco pocas veces visto en nuestro cine nacional, Glusman saca a la luz las facetas más oscuras de todos estos personajes que ya no tienen nada que perder. A Celina la gran ciudad no le ha dado más que golpes. Al volver, encuentra a su madre senil, a su padre totalmente desbordado por las acciones de un hijo que se perfila con características psicópatas e incestuosas y que es quien domina las vidas de los otros desde el terror que infunde. Mauricio por su parte, vive absolutamente subyugado por el peso del negocio familiar y de una madre que no lo deja respirar sin intervenir". Todo tendrá un final cruento.

"Cabecita rubia" Una metáfora sobre la Argentina

NEUQUEN (AN y Télam).- Como una "metáfora sobre la Argentina al filo del siglo: muy under, muy graciosa, una joya, un filme tremendo de verdad", calificó el actor español Eusebio Poncela a "Cabecita rubia".
Es la última película que protagonizó en escenarios locales y donde lo dirigió el tucumano Luis Sampieri.
"Debajo de Aristarain, ningún cineasta argentino es mejor que Sampieri. Es muy joven y tiene un talento natural", agregó el actor español sobre la producción que protagoniza.
Por estos días, el público neuquino y de la ciudades donde se está desarrollando el Festival del Nuevo Cine Argentino podrán ver pues "Cabecita rubia", dirigido por el joven cineasta de 29 años.
Terminó de filmar su ópera prima el año pasado, luego de varias semanas de rodaje en zonas desérticas de La Rioja, Córdoba y Catamarca.
Amante de los climas ambiguos y subterráneos, Sampieri realizó el rodaje que se desarrolló durante ocho semanas en zonas desérticas y poblados de Anillaco y Aimogasta, en La Rioja, y de El Recreo, en el límite entre Catamarca y Córdoba.
Con una estética "espartana, en la que todo es muy ascético y crudo", el filme narra las aventuras de un mago (Eusebio Poncela, quien está acompañado por Graciela Pal y un elenco de actores poco conocidos), que viaja a través del desierto y se cruza con un transexual, un enano y una gama de personajes bizarros.
Se trata, según calificó el realizador, de "personajes fronterizos, que no tienen nada que perder, están al límite, no tienen mucho a qué aferrarse y no son personas convencionales. Son unos delirantes".

"Cadena de favores" Una cruzada para cambiar el mundo

NEUQUEN (AN).- El dos veces ganador del Oscar Kevin Spacey ("Belleza americana", "Los sospechosos de siempre"), la ganadora del Oscar Helen Hunt ("Mejor... imposible") y el nominado por la Academia Haley Joel Osment ("Sexto sentido") protagonizan "Cadena de favores", una producción de Warner Bros. Pictures en asociación con Bel-Air Entertainment que fue dirigida por Mimi Leder con guión de Leslie Dixon ("El caso Thomas Crown", "Papá por siempre") basada en la novela del mismo nombre por Catherine Ryan Hyde.
En la vida del maestro de estudios sociales Eugene Simonet, interpretado por Kevin Spacey, todo está en orden -cada camisa, cada lápiz, cada persona está situada en su lugar apropiado. El mantener plácida la superficie significa no tener que ir más a fondo. Y nadie ni nada en su vida le ha pedido hacerlo.
Arlene Mac Kinney (Helen Hunt) es una madre soltera que se sostiene con las uñas, haciendo dos trabajos y luchando para mantener a su hijo Trevor (Haley Joel Osment). Ella está tratando de proporcionarle una nueva vida, pero en su ausencia está perdiéndolo.
Eugene le propone a Trevor una tarea: pasea la vista por el mundo que te rodea y cambia lo que no te guste. Pero, ¿se puede cambiar a la gente?
Para Kevin Spacey, el protagonista del filme, Eugene Simonet, es un profesor de estudios sociales que no espera que la clase del séptimo grado de este año sea diferente de la del año pasado.
"Eugene da el mismo discurso a su clase cada año sin mucha esperanza de que alguno de sus estudiantes lo tome literalmente a pecho", cuenta Spacey.
Hombre cuyas cicatrices físicas exteriores no hablan de las huellas emotivas más profundas, Simonet es no obstante, un profesor apasionado. "Transmite sus esperanzas a sus estudiantes porque emocionalmente no tiene esperanzas para sí mismo. Emocionalmente está herméticamente clausurado".
La directora Mimi Leder ("Impacto profundo") explicó que "Eugene tiene una asignación que ha dado al comienzo de cada año escolar por los últimos doce años. La asignación consiste en idear una manera de cambiar nuestro mundo y cómo ponerla en acción. Abriga la esperanza, pero no la anticipa que sus estudiantes la tomen seriamente".
En la película también actúan Jay Mohr ("Go", "Jerry Maguire"), James Caviezel ("La delgada línea roja"), el cantante y actor Jon Bon Jovi ("U-571", "Moonlight y Valentino") y la legendaria estrella de cine y televisión Angie Dickinson ("Mujer policía").

"Hombres de honor": Entre el coraje y el buceo

NEUQUEN (AN).- "Hombres de honor", filme que llega hoy a Village Cines Neuquén, se presenta como una metáfora sobre la persistencia y la esperanza.
Carl Brashear no deja que nada se interponga en su camino para lograr sus sueños. Hijo de un campesino de Kentucky, deja su hogar en lo que espera va a ser una mejor vida. Después de integrarse a la recién formada Marina, pasa dos años escribiendo cientos de cartas antes de que se acepte su ingreso a la escuela de buceo.
Billy Sunday, el oficial de entrenamiento de Carl, no quiere formar parte de sus ambiciones. Sunday, un reconocido comandante en jefe buzo de la Marina, cuyas hazañas para crear problemas son tan legendarias como sus logros bajo el agua, ridiculiza y reta despiadadamente a Carl, con la esperanza de que dude y renuncie. Pero él tiene otras ideas. Su meta es clara, su determinación firme. Nada se interpondrá en el camino de su sueño.
Años más tarde, después de que Carl sufre una herida que lo deja lisiado, él y Sunday inesperadamente unen fuerzas. El rebelde oficial, sin dejar pasar una oportunidad para burlarse del sistema, ayuda a Carl a resistir tenazmente la burocracia naval, sobreponerse a la pérdida de una pierna y encaminarse para hacer historia militar.
Para cuando se retira, Carl obtiene distinguidos títulos de buzo especialista y comandante en Jefe, los rangos más altos que puede conseguir un recluta de la Marina.
La película fue dirigida por George Tillman, con los actores ganadores del Premio de la Academia Robert De Niro y Cuba Gooding, Jr.
También integran el elenco Charlize Theron, Hal Holbrook, David Keith, Michael Rapaport, Aunjanue Ellis y Powers Boothe. El guión fue escrito por Scott Marshall Smith, basado en la vida de Carl Brashear. Bill Cosby y Stanley Robertson fueron los productores ejecutivos del proyecto. El director de fotografía fue Anthony B.Richmond, el diseño de producción lo realizó Leslie Dilley, el editor fue John Carter. El diseñador de vestuario fue Salvador Pérez y la música es de Mark Isham.