Murió William Hanna, la leyenda de la animación
El legendario creador de dibujos animados William Hanna, copresidente y cofundador de los estudios Hanna-Barbera, falleció el jueves. Hanna contribuyó a hacer personajes como el Oso Yogui, Los Picapiedras, Huckleberry Hound y Los Supersónicos, conocidos en todo el mundo.
La paternidad estaba compartida con Joe Barbera, fundadores de los estudios Hanna-Barbera, que dieron al mundo una familia tan animada como la de estos personajes y los de Huckleberry Hound, Scooby Doo, Don Gato, Maguilla Gorila y Los Supersónicos, entre otros.
Hanna murió el jueves a los 90 años, después de sufrir durante años del mal de Alzheimer, enfermedad degenerativa del cerebro que acaba con la memoria y va minando las funciones vitales.
En el momento de su fallecimiento, que tuvo lugar en su casa en el norte de Hollywood, Hanna se encontraba acompañado por su esposa, con la que llevaba casado 65 años.
Su pérdida es llorada en el mundo de la animación tanto en Hollywood como en España, país con el que Hanna estableció fuertes lazos laborales durante años, contribuyendo a la formación de animadores como Manolo Galiana o Raúl García, que más tarde pasarían a trabajar en estudios como Disney, Amblin o DreamWorks.
Nacido en Nuevo México el 14 de julio de 1910, su carrera en el mundo de la animación comenzó durante los años de la Depresión, cuando en 1937 fue contratado en los estudios Metro Goldwyn Meyer, donde conoció a su futuro socio, Joe Barbera.
Ambos se hicieron famosos por su trabajo en las populares persecuciones del gato y el ratón en la que se enzarzaban "Tom y Jerry", prestigio con el que fundaron los estudios Hanna-Barbera cuando MGM cerró sus puertas a la animación.
"Todo el mundo nos tomó por locos. ¿Una película con un gato y un ratón? Eso es lo más antiguo que existe. Está muy remanido", recordó Barbera, al relatar los comienzos de una actividad que terminaría produciendo más de 3.000 películas de dibujos animados para televisión.
A lo largo de su carrera, el tándem Hanna-Barbera consiguió siete estatuillas del Oscar, una docena de premios Emmy de televisión y varios premios religiosos por su labor cristiana.
"Pedro y Pablo nacieron de la idea más básica que existe en toda comedia, la del gordo y el flaco. El problema fue vestirlos, así que fueron indios, vaqueros, peregrinos, incluso romanos, hasta que se nos ocurrió dibujarlos con pieles", recordó Barbera en una de sus últimas entrevistas en referencia a "Los Picapiedra".
A pesar de los más de 60 años que duró la alianza creativa de estos animadores, Hanna nunca pudo ocultar sus preferencias hacia Pedro Picapiedra. "En la película aparecemos durante tres segundos, algo muy gratificante por saber que has formado parte de algo tan famoso y apreciado por la gente", señaló en un reportaje cuando se estrenó el filme.
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