Estreno del controvertido filme sobre Perón
Cumpliendo la promesa que el cineasta y músico le hiciera al intendente Sergio Gallia de Plottier, en la expoferia del 2000, hace pocos días el funcionario recibió "como regalo especial una copia del documental" que será estrenado hoy, a las 21, en el salón cultural, ubicado en Perito Moreno 400 de esa ciudad. Pero como sólo tiene capacidad para 140 personas, se podrá verla también mañana y el domingo en idéntico horario.
Dada la extensión, fue dividida en tres tramos de dos horas, por lo cual ocupará tres fines de semana. La primera parte (hoy, mañana y el domingo) se extiende desde la primera guerra mundial: Perón en el Ministerio de Trabajo y Previsión. Casamiento con Evita, primera presidencia y medidas, Plan Quinquenal, derechos del trabajador, Constitución de 1949 y gira de Evita por Europa. Este tramo tendrá una duración de dos horas.
A raíz de las controversias, se ha tratado de obtener comentarios disímiles, de críticos cinematográficos que han dejado su impronta en Internet. En www.filmonline.com, se explayan Paula Félix-Didier y Fernando Martín Peña en un trabajo que titularon "La única verdad es la realidad" del que reproducimos algunos tramos.
"Favio comienza su obra con el Kyrie de la Misa Criolla: "Señor, ten piedad de nosotros, Cristo ten piedad de nosotros". El texto en off, poco antes, señala el estallido de la primera guerra mundial y por lo tanto el espectador puede asociar el Kyrie con ese desastre. Pero no es nada difícil asociarlo también al estado de situación del peronismo después de Menem y esa impresión se refuerza a medida que Favio avanza en la reconstrucción emotiva de su historia. No es la primera vez que Favio habla del peronismo en términos religiosos y alguna vez llegó a comparar a Eva con Cristo y a Perón con Dios. El filme navega un poco en el sentido -la agonía de Eva es como un Vía Crucis en el que los partes médicos reemplazan a las sucesivas "estaciones"- pero en general predomina un tono más meditado, en el que las reivindicaciones sociales son la mejor ilustración de ese vínculo con el cristianismo. Perón aparece más cerca de Moisés que de Dios, en tanto conductor y en tanto custodio de los Derechos de los Trabajadores. De hecho, al final las aguas se abren ante su paso".
"El resultado, más que una película, es un acto de fe y como tal tiene la primera virtud de confrontar a su público con sus propias creencias y, por extensión, con su conducta en función de las mismas según el grado de protagonismo que le haya reservado la historia".
"Después de las miradas sobre la historia argentina expuesta en las dos Repúblicas perdidas (Miguel Pérez, 1983 y 1986) y de cosas como Permiso para pensar (Eduardo Meilij, 1989), Favio tira de la otra punta de la soga y establece la tensión necesaria para provocar un debate. Sería una simpleza asegurar que su película "peroniza".
Lo que produce, a la larga, "son fenómenos íntimos mucho más complejos y difíciles de lograr: instala la necesidad de creer en algo así como Favio cree en el peronismo, o por lo menos el deseo de empezar a procesar una mirada propia sobre la historia argentina reciente, de buscar una síntesis personal tratando de apartar toda la hojarasca de rencores, prejuicios y contradicciones engendradas por la figura de Perón".
Aquellos que ya han visto este "Perón sinfonía de un sentimiento", auguran que luego de su exhibición, el material de Favio "producirá preguntas molestas, discusiones familiares y una revisión -dicen Didier y Peña- de la historia que la academia podrá creer resuelta pero que en el plano de lo cotidiano sigue postergada, por lo menos desde 1973".
La otra campana
Otra óptica sobre el filme de Favio, es la de Horacio Bernades. La detalla en "Leonardo Favio: la pasión tecnokisch", editado en "Clarín, Cultura y Nación" hace un tiempo.
"De Leonardo Favio -dice Bernades- no podía esperarse rutina. Desde el título mismo, Perón, sinfonía de sentimiento, la historia del peronismo que el realizador transpiró a lo largo de años no evita el kitsch sensiblero. Todo lo contrario: se arroja decididamente a él, en brazos de la tecnología digital de punta. Lo hace con tal decisión y convicción, con tanto riesgoso talento, que logra desarmar hasta al más pertrechado de los espectadores. Pensadas para televisión y rechazadas por el propio canal oficial (ciertas alusiones a la jerarquía eclesiástica y cierta Evita de pecho desnudo habrían causado escozor), las casi seis horas de Perón, sinfonía del sentimiento se (estrenaron) finalmente en dos partes" en enero de 2000.
"El buen gusto retrocederá escandalizado ante sus imágenes: bombistas que flotan en el cielo, una paloma blanca que surge de las manos de Evita agonizante, una Ultima Cena, una Pasión y una Pietá justicialistas. Al fondo, "la marchita" en versión clásica y tangueada, acompañada por el coro triunfal de "Aída", el "Requiem" de Mozart, Alberto Cortez y Vangelis".
Para Bernades, en este filme, Favio hace propaganda oficial con cincuenta años de retraso, informa de la creación del "supersport justicialista" y del descubrimiento de un nuevo astro llamado "Evita", ignora a López Rega y exalta a José Ignacio Rucci, reconstruye los actos de masas del peronismo como si estuvieran ocurriendo mañana. Y avanza a puros golpes de genio cinematográfico, como para que quede claro que la leyenda llamada Favio está más viva que nunca".
Cabe señalar que el filme se estrenó en enero 2000, en el ciclo El Independiente que organizan las revistas Film y Haciendo cine y la empresa de TV por cable I-Sat en el cine Atlas Recoleta.
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