Lunes 19 de marzo de 2001

 

Juliette Binoche brilla en el mundo de Hollywood

 

Es una de las actrices privilegiadas que viniendo de Europa puede elegir en qué películas de Hollywood trabajar. Después de su éxito con "Chocolate" y su paso por Broadway, Binoche encarna otro papel complejo en "The Widow of Saint-Pierre", la última película Patrice Leconte.

  NUEVA YORK (dpa).- Con una obra en Broadway, una nominación al Oscar y una nueva película, la carrera artística de la actriz francesa Juliette Binoche ha cobrado un inusual vuelo en el mercado estadounidense del espectáculo.
Su personificación de Vianne en "Chocolate", filme que transcurre en un pequeño pueblo francés pero está hablado en inglés, le abrió nuevamente la carrera al Oscar, premio que recibió en 1996 como mejor actriz de reparto por su trabajo en "El paciente inglés".
Asimismo, su última película, "The Widow of Saint-Pierre" fue estrenada recientemente en los Estados Unidos con buenas críticas. No hay dudas de que la actriz ha logrado hacerse un merecido lugar en el mercado estadounidense, algo que pocos artistas extranjeros consiguen con facilidad.
Los actores, cuyo idioma materno no es el inglés y han alcanzado un nivel de popularidad importante entre la audiencia estadounidense, pueden ser contados con los dedos de una mano.
Entre ellos se destacan, el austríaco Arnold Schwarzenegger, el español Antonio Banderas, la mexicana Salma Hayek y el francés Gerard Depardieu.
El nuevo filme de Binoche, dirigido por Patrice Leconte y hablado en francés, está ambientado en 1850 y transcurre en una pequeña isla francesa, frente a las costas de Canadá.
La trama se basa en los archivos históricos de la corte y trata sobre un triángulo entre un asesino condenado a muerte, el capitán que debe llevar a cabo la sentencia y la esposa del capitán, cuya misión es rescatar al condenado.
Mientras el prisionero, un pescador alcohólico interpretado por el cineasta Emir Kusturica en su debut actoral, espera la llegada de la guillotina desde Francia, Madame La (Binoche) pide autorización para contratar al hombre como su jardinero.
Su esposo, personificado por Daniel Auteuil, incapaz de negarle su pedido, permite que la mujer proteja al prisionero y desarrolle una relación con un final trágico.
"Creo que las personas que son fuertes, son al mismo tiempo muy vulnerables", comentó a la prensa Binoche. "No se puede tener una cualidad sin la otra, de otra forma no sería humano", agregó.
"Lo que me atrajo sobre la historia es su ambigüedad", dijo la actriz sobre el filme.
"Madame La es una persona educada, con sus propias opiniones y con su propio estilo de hacer las cosas. Sin embargo, es un personaje complejo porque hay cosas que no puede controlar", añadió.
Cuanto más complejo el personaje, más cómoda se siente Binoche en él.
Una veterana de películas melancólicas como "Blue", "Damage", "The Lovers on the Bridge" y "La insoportable levedad del ser", la actriz se hizo su reputación encarnando almas oscuras que llevan sus cicatrices por dentro.
Incluso la obra teatral que protagonizó durante tres meses en Broadway, "Betrayal", trata sobre un complejo y melancólico triángulo amoroso.
La actriz afirmó que su primer trabajo sobre un escenario en Broadway le trajo muchas satisfacciones, a pesar de la poca aceptación de la prensa especializada, y confesó que le encantaría regresar a Nueva York para protagonizar otra pieza.
"Me gusta correr riesgos, a pesar de que algunas de las críticas no sean buenas", dijo.
"Me siento muy afortunada sobre el éxito que tengo en los Estados Unidos. Es una gran oportunidad poder trabajar aquí y en Francia. Me siento como liberada, creo que es algo que todos los artistas deberían experimentar", dijo.
Binoche toma muy en serio su carrera artística y se niega a aceptar roles que no "le hablen".
"Siempre estoy intentando encontrar un equilibrio entre mi vida, mi trabajo y mi familia", explicó la actriz de 36 años, en referencia a sus dos hijos, Raphael y Anna, quienes viven a las afueras de París.
"No es fácil, porque tomo mi trabajo muy seriamente. Para mí, no es divertido hacer películas. Uno puede sentir gran satisfacción haciendo su trabajo, pero el compromiso es tan fuerte que nunca podría hacer un papel simplemente porque es divertido", afirmó.
Lasse Hallstrom, quien dirigió a la actriz en "Chocolate", comentó: "Juliette tiene un acceso fácil a sus emociones. Ella conoce la importancia de tener una verdadera presencia en cada una de las escenas. Tiene una cualidad que se halla más en Europa y sabe preparase muy bien para su rol, ¡hasta aprendió a hacer chocolate!".
La actriz considera exagerados los comentarios sobre la belleza de su rostro, el cual fue elegido por la compañía de cosméticos Lancome para una de sus campañas publicitarias. "Tengo la risa de un perro y además aprendí a no tomarme las cosas de manera personal. Para ser una buena actriz hay que dejar el ego de lado", concluyó.

La dulzura de los chocolates

Juliette Binoche puede ser tan dulce como... si como un chocolate. Pero su sensualidad es bien capaz de cambiar el color del día si se la descubre agazapada, contra una pared, de piernas abiertas y a los mordiscos, con Jeremy Irons en "Lo que queda del día".
Es la doble acción de su capacidad actoral y de su belleza, la que ha vuelto locos a unos cuantos hombres. El "angel" es privilegio de un grupo selecto y si esa extraña condición, digamos, sobrenatural viene acompañada de erotismo, estamos en presencia de un hecho excepcional.
Algo parecido ocurrió en su momento con otra francesa que hoy guarda silencio, Isabelle Adjani y con otra más, devenida en protectora de los animales del mundo, Brigitte Bardot.
Por supuesto que hay una distancia entre Bardot y Binoche. Esta última puede parecer fea cuando así lo quiere y librarse de las cargar que impone el erotismo.
Una misión que no siempre fue fácil, por ejemplo, para Kim Bassinger, que aun despeinada debe lucir sexy. Mal para ella, una actriz de verdadero talento.
Recordemos dos escenas distintas de una misma Binoche. En una calle, entre las sombras que dejan los edificios centenarios de una ciudad europea, se encuentra con Jeremy Irons. Se besan mientras el mundo se derrumba a su alrededor y hacen el amor parados.
En la otra, Binoche escucha una sinfonía azul, después de soportar, entre el extremo dolor y la inercia, la muerte de su familia. "Blue" es sobretodo la belleza de su expresión derrotada; "Lo que queda del día", es el cuerpo, la pasión.
Ha vuelto en esplendor. "Chocolate" conforma un relato de cuentos dulces que necesita del rosado de sus mejillas y de esa sonrisa que compró Lancome quien sabe en cuantos millones. Ninguna cifra es suficiente. No hay muchos muchos artistas capaces de detener el tiempo. La historia los cuenta a gotas. Miles Davis, Picasso.
El ansia de los mortales se consuela temporalmente sólo cuando los ángeles hablan. (C.A.)
   
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