"Ladrones sueltos"

"El 6 de setiembre mi esposa estaba internada en la habitación 107 del Policlínico Neuquén, dado que debía ser sometida a una intervención quirúrgica. A las 08.45 fue trasladada al quirófano.
"En la habitación sólo quedó la otra paciente, una señora sexagenaria, con ceguera por diabetes. A las 11.15 bajaron a mi esposa. Esperé que el personal idóneo la trasladara al cuarto y luego ingresé en compañía de uno de mis hijos. Cuando me dispuse a buscar una ropa que teóricamente se hallaba dentro de un anaquel, enorme fue la sorpresa al descubrir que faltaba un saco de cuero (valuado en 280 pesos). Constaté también que habían revisado un maletín y faltaba un monedero con 10 ó 15 pesos. Avisé inmediatamente a la enfermera de turno.
"A las 12, la señorita Cecilia Pedroza, quien dijo pertenecer al Dpto. de Atención al Paciente, se puso "supuestamente" a mi disposición. Hizo una ardiente defensa del personal y sólo atinó a echarle la culpa a alguna persona que pudo hacerse pasar por una visita, argumentando que es imposible controlar a todas las personas que asisten al piso en esos horarios; me dijo que debía hacer la denuncia policial pertinente.
"Concurrí a la Seccional 1ra, en la que fui rápidamente atendido y muy bien. Regresé a la clínica para entregar a esta joven copia de la denuncia. Minutos antes de que le dieran el alta a mi esposa, fui a la administración para informarme de las novedades, y vaya que las tuve: nadie sabía de lo ocurrido. Instantes antes de retirarme apareció un señor que dijo ser el jefe de Personal, con dos enfermeras, y me pidió disculpas, pero argumentó que de no haber sido por mi acercamiento ni se hubiese enterado. Lo sustancial es que ni siquiera en un policlínico privado como éste, donde la administración se puede reservar el derecho de admisión (a diferencia del hospital público), donde existe guardia de seguridad permanente (pagada por quienes asistimos allí), se puede estar tranquilo. Las autoridades deben asumir la responsabilidad."

Fernando Trebino
L.E. N°7.826.484 -Plottier

"¿Por qué las excepciones?"

"Nací y viví siempre en esta ciudad, y vi cómo en estos últimos cinco años el tránsito se complicaba y los accidentes aumentaban.
"Al centro se llega y se sale por la avenida Koessler, que es un embudo sin solución. ¿Por qué entonces dar lugar a excepciones que van a complicar aún más la circulación vehicular?
"No soy un romántico de los "catangos" pero, ¿por qué en vez de mejorar o al menos mantener la calidad de vida, la empeoramos? Hemos trabajado mucho en pos de un pueblo que es ejemplo e imán indiscutido para miles de turistas, siendo éstos la única fuente de ingresos genuinos. No lo destruyamos ahora.
"Digamos sí a las inversiones y al progreso, respetando y cumpliendo las normas establecidas.
"Los saluda con respeto alguien que cree que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver dos cosas diferentes."

Patricio de la Canal
DNI 13.028.147 - San Martín de los Andes

"¿No existe?"

""Habiendo agotado todos los recursos, incluyendo una comunicación telefónica con el "señor" director de Obras Públicas de la municipalidad, al ser atendido por ciertas personas ineficientes que son pagadas con la contribución de nuestros impuestos y no responden a los reclamos de los vecinos, he decidido hacer públicas dichas falencias: hace aproximadamente 40 días que han hecho un sanjeo que va de Gelonch y San Juan hacia el norte. La tierra está sobre el asfalto y nadie se hace responsable de la limpieza.
"El asfalto según consta en una nota que publicó este diario, está roto en nueve lugares. Lo lógico sería que la empresa que realizó tal obra se hiciera cago de los arreglos pertinentes.
"Hemos solicitado por nota a Infraestructura que en la intersección de San Juan y Evita se coloque una columna de alumbrado público y todavía estamos esperando. Mientras tanto, nos alumbramos con la luz de los semáforos y del teléfono público.
"¿Es necesario llegar a este extremo y a esperar a que se solucionen ciertas discordias partidarias dentro del municipio para que comiencen a trabajar?"

Horacio Gómez
DNI 8.213.204 - Roca

"...Y no aprendimos nada"

""Con asombro e indignación recibí la noticia, difundida por este matutino, de que el supuesto Honorable Concejo Deliberante de Valcheta le negó a la Justicia provincial el desafuero del intendente de esa localidad, Sr. Manqueo.
"Desafuero necesario para poder juzgarlo por una causa que no tiene nada que ver con su labor parlamentaria anterior, ni con su rol actual de ejecutivo de la comuna, ya que esta causa trata de la confección de un certificado de favor "trucho".
"Y digo que no aprendimos nada, porque después del escándalo desatado en el Senado de la Nación, que dejó a todo un pueblo atónito y ávido de justicia, y por ende cansado ya de la impunidad que les dan los fueros a sus gobernantes, aparece esta actitud de los ediles de Valcheta que, si bien constitucionalmente es legal, no deja de ser poco ética y rayana en lo inmoral.
"Entorpecer el accionar de la Justicia que busca, través de este pedido, juzgar un delito cometido por un hombre público sin dudas es burlarse de la voluntad del pueblo que los llevó al poder. Pueblo duramente castigado por los embates de la corrupción y el horror económico que se está viviendo en la provincia y todo el país. Con este tipo de accionar consolidan un nefasto sistema de gobierno, en donde en nombre de esta vapuleada democracia se sigue protegiendo a ultranza el privilegio de viciosas corporaciones, en este caso la de los políticos rentados con cargo electivo.
"El pueblo de Valcheta tiene la última palabra."

Antonio Capitani
DNI 6.041.953 - Allen

"Sinceramente, pido disculpas. Pero también pido que me comprendan"

"El 7 del corriente, en oportunidad de concurrir a una reunión del Consejo de la Magistratura, en Roca, fui partícipe de incidencias que fueron comentadas en los medios y que han motivado una carta de lectores de la Sra. Olga Nélida Bueno.
"Reconozco haber realizado un gesto inapropiado -u obsceno- en determinado momento y pido públicamente disculpas, en especial a la persona -que creo no conocer- a la que fue dirigido mi ademán. Es más, si se me lo requiere, presentaré personalmente mis aludidas disculpas.
"Pero también es mi deseo, que hago público, que se me comprenda como ser humano. Y a tal fin debo relatar lo ocurrido, que difiere un tanto de lo comentado por la Sra. Bueno. Llegué caminando por avenida Roca a la sede de la Delegación Administrativa del Poder Judicial y al ingreso, sin mediar palabra, se me gritó insistentemente "traidor", "hijo de puta" y otras cosas que ya no recuerdo, por parte de un grupo de unas 40 ó 50 personas que manifestaban ruidosamente en el lugar. Creo que contesté "¿traidor de qué?", y luego entré a las oficinas, las que estaban sin luz porque alguien había sustraído los fusibles ("tapones") del sistema eléctrico. Eran las 18,45 y oscurecía.
"El Consejo estaba sesionando a oscuras, y bajo la presión de los gritos y sobre todo de las bombas de estruendo. Yo, que no debía participar en ese momento, me quedé en una oficina contigua, en el primer piso. Abrí la ventana para tomar un poco de aire y ello coincidió con la entrada de los manifestantes al pasillo de ingreso a las oficinas (se trata de una entrada como para automóviles). Allí mismo, antes de que pudiera reaccionar, se me arrojaron varios huevos, que impactaron algunos en mí y la mayoría en las paredes y puertas. En es momento, una mujer, mirándome directamente, con sus dos manos me hizo gestos obscenos (el dedo mayor de cada mano levantado, gesto que se denomina con un nombre que creo que es inglés pero que no se cómo se escribe), al par que me gritaba como todos los demás, y no precisamente palabras amables. Realmente no recuerdo si fue sólo ese gesto o el mismo se combinó con los relativos a la infidelidad de mi cónyuge (vulgarmente, "los cuernos"). Mi reacción, de la que realmente me arrepiento, fue instintiva, y contesté con el ademán que relata la Sra. Bueno. Una sola vez y nada más.
"Más tarde y ya llegada la policía, con lo que los manifestantes habían salido del edificio, bajé para tratar de entablar un diálogo con los mismos, y allí se me increpó mi actitud, replicando yo que había mediado una agresión u ofensa previa, y en ese momento recibí una virtual lluvia de huevos, uno de los cuales impactó en mi ojo derecho. Como es de imaginar, tal diálogo no fue para nada sereno. La Sra. Bueno afirma que ni siquiera intenté una desmentida. No sé cómo debiera desmentir algo que fue real. No soy un dechado de virtudes, pero no me gusta mentir. Lo que hago lo afronto en sus consecuencias. Pareciera que si hubiera intentado desmentir lo ocurrido no hubiera recibido los "huevazos", lo que no creo en absoluto.
"Finalizando, insisto en que pido pública, sincera y humildemente disculpas por mi conducta, pero también solicito se me comprenda, ya que soy un ser humano con emociones, y no creo que nadie en su sano juicio me pueda exigir que no responda las ofensas y las agresiones, máxime si la conducta de mi parte no pasó de lo relatado. Me esforzaré en que no ocurra nada similar en el futuro, pero no lo puedo prometer. Si soy agredido, por más impavidez y sangre fría que me proponga tener, dudo que la emoción violenta (que hasta el Código Penal contempla) no me traicione".

Hugo Fernando Mántaras
Procurador General de la Provincia
LE 6.259.895 - Viedma