Lunes 11 de enero de 2000



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El dominicano Nemen Nader habla desde Madrid: "Menem recibió 40 millones de los países árabes en 1988"

 

Lo que no se investigó sobre los atentados (parte I)

 

En 1988, Siria y Libia le dieron 40 millones a Carlos Menem. Se prometió a los libios la entrega del misil Cóndor. A los sirios, Menem les garantizó tecnología nuclear.

 

Por Norberto Bermúdez y Carlos Torrengo

  Con el transcurrir del tiempo y los escasos avances que la opinión pública percibe sobre el esclarecimiento de los atentados terroristas que destruyeron primero la Embajada de Israel (17/3/92) y luego la sede de la AMIA (18/7/94), resulta cuanto menos necesario plantearse cuáles podrían haber sido los móviles que llevaron a que la violencia terrorista se instalara en Argentina llevándose por delante tantas vidas humanas.
¿Los atentados contra la embajada y la AMIA formaron parte de la ofensiva general del extremismo árabe contra Israel, o en realidad se trató de gravísimas advertencias hacia el gobierno de Carlos Menem ante el posible incumplimiento de inconfesables compromisos incumplidos?
Para intentar encontrar una respuesta a semejante interrogante hay que comenzar por analizar determinados episodios que, cuanto menos, resultan incomprensibles. En cualquier país occidental donde se hubiesen producido atentados similares a los que tuvieron lugar en Buenos Aires, es natural que desde las máximas instancias del Estado se busque una explicación concreta sobre lo ocurrido. En el caso de Argentina, en los últimos siete años no se advirtió empeño político que permita -aunque más no sea- una aproximación al origen, las causas y los autores materiales de las masacres.
Hay datos inquietantes. La investigación de este diario -nutrida de doce testimonios altamente calificados- permitió conocer que a los 15 días de la voladura de la Embajada de Israel, hubo una maniobra tendiente a abandonar algunas líneas de investigación que lleva- ban indefectiblemente hacia cierto país de Medio Oriente y, en cambio, orientar las pesquisas hacia otro país del área.
¿Por qué se desechó investigar a Siria y se centraron los esfuerzos sobre Irán? Según reveló a "Río Negro" el diputado nacional aliancista Juan Pablo Cafiero, miembro de la comisión bicameral que sigue las investigaciones de ambos atentados, "en los expedientes que tramitan la Corte y el juez Galeano no hay pruebas documentales serias o de otra naturaleza que avalen la pista iraní".

Menem & Nemen

La historia comenzó a mediados de marzo de 1988. El empresario dominicano y candidato presidencial en su país Nemen Nader Rodríguez, recibió un telegrama que llevaba membrete de la Oficina del Ceremonial de la Gobernación riojana. El texto del mensaje le informaba que el entonces mandatario provincial Carlos Menem deseaba reunirse urgentemente con él, por lo que lo convocaba para que se presentara en La Rioja. Nader, descendiente de libaneses, ha estado vinculado con el negocio aerocomercial, asociado con capitales kuwaitíes, en Dominicana International Airlines (DIA), con oficinas en Madrid. Durante 1998, DIA intentó sin éxito que las autoridades españolas le habilitaran una ruta entre Santo Domingo y Beirut con escala en el aeropuerto de Barajas.
Según confirmó a este diario una calificada fuente, en marzo de 1988 el espionaje argentino detectó el inminente desplazamiento de Nemen Nader a la Argentina. En los últimos tramos de la gestión de Alfonsín, la SIDE -que conducía el fallecido Facundo Suárez- recibió desde México un aviso alertando que Nader se aprestaba a viajar a Buenos Aires. Consultada la CIA estadounidense, que sospechaba que Nader podía estar concretando alguna operación con fondos de dudosa procedencia, se recomendó al espionaje argentino que vigilara exhaustivamente al dominicano. Y así se hizo.
A su llegada a Ezeiza, un miércoles de finales de marzo de 1988, Nemen Nader fue recibido por Jorge Srur, un cordobés rechoncho y algo calvo que, por entonces, habitaba un lujoso piso en la zona de Retiro y decía trabajar para una agencia de noticias árabe. Tras alojarse en el Winston Palace Hotel, Nader se puso en contacto telefónico con Eduardo Menem, quien poco después sería el encargado de poner toda la operación en marcha.
No bien terminó de hablar con el dominicano, el senador se puso en contacto con Mario Rotundo, hombre con vinculaciones en la jerarquía eclesiástica argentina y fluidos contactos en el Vaticano. En esa época, Rotundo, desde una oficina en Maipú 942, coordinaba parte de la interna de Menem contra Antonio Cafiero por la candidatura del PJ para las presidenciales de 1989.
Rotundo fue instruido para no despegarse ni un minuto de Nemen Nader y su amigo Jorge Srur mientras durara su estancia en Buenos Aires. Luego debía llevarlos a La Rioja, donde pasarían el siguiente el fin de semana en compañía de Carlos Menem.
El operador de la campaña menemista no tenía remota idea de quién era Nader ni mucho menos de los motivos por los cuales este dominicano había sido citado por el entonces gobernador riojano. De hecho, además de los hermanos Menem, los únicos que estaban en el asunto eran Eduardo Bauzá y Alberto Kohan, miembros selectos de lo que ya comenzaba a delinearse como la "familia del poder". Esto quizá haya motivado cierta actitud de desconfianza por parte de Rotundo, quien fue puesto en cintura sin dilaciones: Nader "debía viajar a La Rioja por orden de Carlos" y esto era algo "que no se discutía". Era evidente que el papel que se le había reservado a Rotundo era oficiar de simple cicerone del dominicano y que por el momento no debía enterarse de lo que se estaba cocinando.
No obstante, había más gente que conocía a Nader. Es el caso del ex embajador Jorge de Beláustegui, quien ocupara sucesivamente la legación argentina en Honduras, Egipto y Grecia. De Beláustegui, para esta investigación, reconoció haber recibido a Nemen Nader en su despacho de El Cairo, llegando a recordar rasgos fisonómicos muy característicos del dominicano.
El hombre de Santo Domingo encontró la horma de su zapato en una llamativa secretaria oriunda de Quitilipi, Nora Cristhian Alí. Durante dos días, esta mujer a la que Zulema Yoma aborrece, sería la encargada de pasear a Nader por medio Buenos Aires en una limusina contratada en Remises El Carmen. A una prudencial distancia y con la discreción de un metrónomo, los controladores de la SIDE no se perdían ningún detalle.
Antes de viajar a La Rioja, Nemen Nader fue objeto de un homenaje en una Unidad Básica del barrio de Constitución. El organizador del agasajo fue el presidente del Centro Yabrudense, Abdo Mehenem, a su vez primo del futuro presidente. De pronto, la alarma del celular de Mario Rotundo interrumpía el brindis: era el mismísimo Carlos Menem quien, desde la Gobernación riojana, fulminaba a Rotundo:
"-Mirá, Mario, a Nader y a Srur te los traés mañana para acá sin falta y en un avión de línea. No quiero ningún avión privado. Viajen por Aerolíneas o por donde sea, pero tiene que ser en un vuelo regular. Te estoy dando una orden directa. ¿La tenés clara, chango...?"
Sobre la una y media de la tarde, Nemen Nader, Jorge Srur y Mario Rotundo entraron al quin-cho de la residencia del gobernador riojano. Acompañaban a Menem el editor periodístico Julio Ramos y el empresario Arnaldo Martinenghi -dueño de Astilleros Alianza, de un haras y de "La Madrugada", la casa donde se refugió el golpista Lino Oviedo a poco de llegar a la Argentina. También asistió Lorenzo González, piloto del jet que Amalia Fortabat había puesto a disposición de Menem para su campaña interna contra Antonio Cafiero.
Ninguno de los invitados de Menem conocía al extraño visitante. Sin embargo, los sabuesos de la SIDE tenían muy claro hacia dónde debían dirigir sus potentes teleobjetivos.
Este diario sabe que, en un archivo ubicado en algún lugar muy discreto de Buenos Aires, hay fotografías en las que Menem y Nemen aparecen con raquetas de tenis en sus manos.

Mathaba

Bajo esta inquietante denominación, se mueve por el mundo un lobby que nuclea diversos intereses relacionados con los países de Medio Oriente y que se ocupa de obtener fondos para sostener financieramente a todos aquellos candidatos de origen árabe que aspiran a la presidencia en países iberoamericanos. Mathaba, entre otros casos, supo aportar importantes cantidades de dinero a las campañas de los ex presidentes Carlos Serrano Elías (Guatemala) y Abdalá Bucaram (Ecuador) y, también, para costear electoralmente a Carlos Flores Fazhusi, actual primer magistrado de Honduras.
Según reveló a este diario la calificada fuente que estuvo en la SIDE durante la administración Alfonsín, lo decidido entre Menem y Nader en La Rioja fue que pasadas unas pocas semanas debían iniciarse las gestiones formales ante la misteriosa Mathaba, las cuales tendrían lugar en Trípoli, la capital libia. Pocas horas después de su fugaz paso por La Rioja y con un pasaje sufragado por la oficina del entonces precandidato Menem, el dominicano Nader abandonó nuestro país rumbo a Quito en un vuelo de Ecuatoriana. Casualmente, la misma aerolínea que, cuatro años después, utilizaría Haitham Al Kassar -hermano de Monzer- para ingresar a Buenos Aires con un pasaporte brasileño falso.
Dos semanas después, Nader llegó por segunda vez a la capital argentina. Para entonces Carlos Rotundo ya había recibido nuevas instrucciones del jefe:
"-Te he nombrado mi representante personal para que acompañes a Nemen Nader a Libia. Salen en dos días y allá él te va a presentar a unos hermanos con quienes deberás arreglar todo lo necesario con relación a la ayuda que nos han ofrecido para la interna. Te pido que me mantengas continuamente informado a tra-vés de Norita Alí y no utilices otros intermediarios ".
Esta vez, Rotundo y Nader embarcaron en primera clase de Varig con destino a Roma, previa escala en Río de Janeiro. En la ciudad eterna, abordaron un MD88 de Tunisair que los depositó en Djerba, una paradisíaca isla tunecina en el Mediterráneo. Cuando la pareja llegó a la frontera y cruzó a Libia, fue recibida por funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores del régimen de Gaddafi, quienes ordenaron a los encargados de Migraciones que los pasaportes de ambos no fueran sellados. Estaba claro que, oficialmente, aquel viaje no existía.
Una hora después, Rotundo y Nader eran alojados en el hotel Al Mehari de Trípoli, teléfono 218-21-4449075.
Al día siguiente, Mario Rotundo fue recibido por Said Al Haffiana, alto cargo de la cancillería local, y por Ahmad Al Jarroud, ex embajador libio en Caracas que actualmente ocupa tales funciones en La Habana. Los tres entraron en materia rápidamente y se pusieron de acuerdo en que el lobby Mathaba aportaría una importante cantidad de dinero a las campañas de Carlos Menem, tanto la interna como la presidencial. Una parte sustancial del dinero se desembolsó en aquel momento, y se decidió que los detalles sobre la forma en que el resto del aporte prometido por los libios iba a llegar a nuestro país se ultimarían en Roma, aprovechando la gira europea que Menem tenía previsto realizar en compañía de su esposa Zulema y personajes tales como Alberto Kohan, Miguel Vico, Luis Santos Casale, Oscar "Sardinita" Spinoza Melo y Francisco "Paco" Mayorga, entre otros.

   
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