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Cuando Martina Caneo comenzó a tocar el violín tres años atrás es poco probable que se hubiera imaginado que una melodía salida de su instrumento pudiera llegar a tener repercusión internacional. Sin embargo eso es lo que ocurrirá. Su pequeña gran obra bautizada "Despedida" fue reconocida como una de las tres mejores del país por Agustín Andrade Soijar, en una nota que le envió a Marcelo Álvarez, director de la orquesta infanto-juvenil municipal. En la familia Caneo se mezclan sorpresa, alegría y emoción por este logro que Martina comenzó a construir en noviembre del año pasado cuando decidió a participar del proyecto interamericano "Hey, Mozart", convocado por la Organización de Estados Americanos (OEA) para niños de hasta 12 años. ¿En qué consistió el concurso? Martina: En una primera instancia tuve que crear una melodía que representará una estrofa. Después de un par de meses, me pidieron que extendiera la melodía. ¿Fue muy difícil? Martina: Y… me costó armar la melodía, pero por suerte me ayudó mi papá. El papá de Martina no es otro que Enrique "Quique" Caneo, reconocido guitarrista patagónico que puede moverse con igual ductilidad en el rock, el tango o los boleros. A él le tocó la difícil elección del nombre del tema. ¿Por qué "Despedida"? Quique: Está relacionado con lo sentimental, con la gente que no se ve más, que se distancia, que pierde el contacto. En casa escuchamos mucha música brasileña, que a pesar de su alegría, tiene un trasfondo sentimental. ¿Qué sentís por la distinción de tu hija? Quique: Es un orgullo y un privilegio que tengo en casa. Éramos muy humildes en mi familia, yo empecé a tocar a los 19 y lo sigo haciendo, pese a lo difícil que puede llegar a ser músico en estas tierras. Vivir de lo que te gusta hacer es el mensaje que les transmito a mis hijas. Martina está conectada con la música desde antes de nacer. Cuando su mamá estaba embarazada, los acordes de la guitarra de Quique sonaban para agasajar a la niña por venir. Apenas siete años tenía cuando cambió la danza por la música, ante la superposición de horarios. Hoy con tres años de experiencia con el violín, espera en un futuro aprender a tocar el piano. Al talento con el instrumento hay que sumar la calidez de su voz, que acompaña la guitarra de su padre en "Eclipse de luna", tema incluido en el último trabajo del músico. En la casa de los Caneo se respira música. Por eso a nadie le extrañó que Martina decidiera participar del proyecto para músicos de orquestas infantiles. Con la ayuda de papá Quique y el aporte técnico en estudio de Guillermo Aranzábal, Martina empezó a grabar los ocho compases que pedían en los requisitos del concurso "Hey, Mozart". Con expectativas moderadas enviaron la primera melodía. Y creció cuando les llegó el aviso de que debían extender la obra. La alegría fue total cuando Marcelo Álvarez les confirmó que "Despedida" había sido elegida como una de las mejores tres obras del país. Ahora que tenés el certificado en la mano, ¿cuáles son tus expectativas con respecto al premio? Martina: (se demora unos segundos en contestar, antes de iluminarse) Tengo ganas de conocer otros lugares. El lugar al que sueña ir no es otro que Washington. La pequeña violinista roquense estaría encantada de que "Despedida" fuera interpretada por la filarmónica de esa ciudad, de estar en la primera fila disfrutando de su composición. La posibilidad de que eso ocurra se irá desentrañando en los próximos meses. El deseo de Martina podría concretarse en la segunda mitad del año. Hasta que ello ocurra seguirá respirando música, lo mismo que viene haciendo desde antes de nacer. Producción y texto: Alejandra Díaz (alejandra@rionegro.com.ar) Fotos, videos y edición: Andrés Stefani (andres@rionegro.com.ar)
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