|
|
Ampliar imágen |
|
|
|
Porque hace tiempo que una idea te da vueltas en la cabeza, entonces ayer, mientras ibas como salchicha envasada en el subterráneo que te lleva todas las mañanas a la oficina, te preguntaste ¿por qué no? ¿por qué no cambiar de vida ya, en vez de pasarme la vida añorando cambiarla? Para empezar ya no te bancás más la mala onda en el laburo, o simplemente en las calles de Buenos Aires o Rosario o cualquiera sea tu ciudad de origen. Trasladarte de tu casa a la oficina te lleva gran parte del día y te carga de tensiones y estás podrida/o de tanto cemento gris que no te deja ver el cielo. Además ¡qué calor! Querés respirar... Añorás el clima seco que disfrutaste el verano pasado en la montaña y ese cálido olorcito a madera de la cabaña en que te alojaste. Por otra parte, la ciudad que te vio nacer se ha vuelto peligrosa y además unos amigos ya se vinieron y te hablan maravillas de Bariloche, o San Martín de los Andes, o cualquiera sea el lugar del Sur en que se instalaron. Es importante que tengas en claro por qué querés venir a vivir al Sur. ¿Por qué es importante? Porque si lo que te impulsa tiene verdadero fundamento, es lo que te va a sostener en los momentos difíciles y lo que te va ayudar a persistir ante las dificultades. Yo vine al Sur cuatro veces, antes de la definitiva. La primera fue un deslumbramiento, pero ni soñaba con un futuro aquí. La segunda, unos años después, vine por más tiempo, acampando con amigos. Pero esta vez ya tomé conciencia. Tenía 26, 27 años y recuerdo que me dije a mí misma: este es EL LUGAR, así, con mayúscula y pensé: yo quiero envejecer aquí... Al regresar, paramos en el Valle Encantado y nos detuvimos al borde del Limay para despedirnos de tanta belleza. “Una leyenda dice que si te bañás en el Limay seguro volvés a este lugar” dijo medio en broma, medio en serio, uno de mis amigos. Por supuesto nos sentamos en la orilla, nos sacamos los zapatos y sumergimos los pies en el agua transparente y helada hasta que nos quedaron los dedos duros. Fue un momento profético... Ir al blog ME VOY A VIVIR AL SUR
|